El Gobierno es "incompetente, ineficaz y demagógico", repitió ayer Mariano Rajoy hasta 20 veces en su mitin de reapertura del curso político en el pazo de Quintero da Cruz de Ribadumia, Pontevedra. Y denunció que ha quedado "demostrado" en las crisis del aeropuerto de El Prat, en la llegada de inmigrantes a Canarias y en la gestión de la ola de incendios que arrasó Galicia a principios de agosto. Pero acto seguido, y sin pretenderlo, reconoció que buena parte de esa "mala gestión" se debe al actual reparto de competencias entre el Estado y las autonomías, que dificulta al Ejecutivo central tomar medidas de urgencia para atajar ese tipo de situaciones. Ante el peligro de que el Estado se convierta en "residual", Mariano Rajoy propone "redistribuir" las competencias para que el Estado rescate las necesarias para afrontar crisis.

"Zapatero vino aquí y carecía de competencias para ayudar a la Xunta", rememoró el líder del PP en referencia a la visita a Galicia del presidente del Gobierno en plena oleada de incendios. "700 niños llegan en cayucos a Canarias y el Gobierno no tiene competencias para distribuirlos y debe reunir a las 17 comunidades autónomas", prosiguió en relación a la saturación que sufren los centros de acogida de menores de Canarias, que reclama desde principio de verano sin mucho éxito que otras comunidades asuman la custodia de buena parte de esos niños.

"UNA BROMA" Esos dos casos y el que puede generar "la gripe aviaria" han convencido a Rajoy de que al Estado le faltan recursos para ejercer la dirección en casos de crisis. "Un Estado sin competencias no es un Estado, es una broma", sentenció el líder del PP para explicar por qué convertirá "el Estado residual" --expresión que adjudicó a Pasqual Maragall-- en "el eje del debate" del próximo periodo de sesiones.

"Vamos hacia un Estado residual y yo quiero un Estado que garantice la libertad, la igualdad y la cohesión para todos los ciudadanos", concluyó. El PP ya había hecho de la transferencia de competencias a las autonomías --y de su blindaje-- uno de los ejes de su oposición al Estatuto de Cataluña. También propuso "blindar" competencias estatales en una eventual reforma constitucional cuando el Consejo de Estado emitió el dictamen que le solicitó el Gobierno como paso previo a plantear una reforma de la Carta Magna.

ALTERNATIVAS Junto al "modelo territorial", Rajoy avanzó que centrará los esfuerzos del PP en plantear "alternativas" a la política de inmigración del Gobierno y a la gestión económica. En este último punto, reconoció que "las cosas no van mal", pero precisó que le preocupan "los precios, los tipos de interés y las exportaciones".

Donde sí empeora el panorama, a su juicio, es en el proceso de paz. Aunque ayer no dedicó a este asunto más que cuatro frases, lamentó que Batasuna esté "ganando terreno" a la democracia. "En España la ley no se cumple", sentenció para dejar clara su oposición a que los jueces permitieran la última marcha de aberzales de Bilbao, el pasado viernes, cuya convocatoria atribuyó a "la organización terrorista ilegalizada Batasuna".