Ni una frase que pueda torpedear la prolongación de la vida laboral de los españoles de los 65 a los 67 años, como aplauden los empresarios, salió ayer de boca del presidente del PP, Mariano Rajoy. Forma parte del ideario popular desde mucho antes de que, ante la apabullante crisis, José Luis Rodríguez Zapatero haya decidido explorar esa senda. Pero, tal vez para marcar distancias vista la coincidencia, Rajoy dedicó ayer uno de los más duros, ácidos y demoledores ataques a su principal adversario político. "Es el rey de la improvisación y del bandazo", dijo, capaz de, tras negar primero la llegada de la crisis y después tratar de ocultar su alcance, intentar resolver la situación con "medidas atolondradas".

Fue inmisericorde. Vino a sugerir que hay algo peor que la crisis: el Gobierno de España. "Sus prejuicios ideológicos y su actitud, más propia de un doctrinario que de un gobernante, nos ha situado donde estamos en este momento", arremetió el líder de la oposición. "Hacen las cosas tarde, mal, a rastras, sin hablar con nadie, y eso que se lo advertimos", prosiguió. Para el líder del PP, cada nuevo dato económico que contradice las previsiones del Gobierno, es viento en las velas. Recordó, en ese sentido, que el Ejecutivo rechazó en su día un acuerdo con el PP sobre la receta que necesita España "porque dijo que la economía no se pacta porque es una cuestión ideológica".

El jefe de la oposición ensayó sus críticas durante unas jornadas sobre agricultura y ganadería organizadas por el PP en Badajoz (Extremadura). Allí, volvió a exponer los pasos que, en su opinión, son necesarios para enganchar a España al conjunto de países que ya han remontado el vuelo de la crisis.

"Decir la verdad", exigió como condición previa. Sin esa catarsis --planteó Rajoy-- no es posible encarar el conjunto de medidas antipáticas que, en su opinión, España necesita aplicar con carácter de urgencia.

DEBERES HECHOS Evidentemente, no citó el retraso de la edad de jubilación, pero sí, y sin ambages, la reforma del mercado laboral y la reestructuración del sistema financiero. ¿Puede ello asustar o alarmar a los ciudadanos? Según Rajoy, susto y alarma es lo que ha provocado el presidente del Gobierno "por su incompetencia y por no hacer nada en los últimos cinco años".

El resto de países europeos han hecho sus deberes y han saneado su sistema financiero, mientras que Zapatero llega a esta cuestión como siempre, tarde y a rastras, generando un descomunal problema", subrayó el dirigente conservador.