Mariano Rajoy está dispuesto a apoyar ahora las medidas económicas que, hasta el momento, ha impulsado José Luis Rodríguez Zapatero. Y, según confirmó el martes tras pasar por Moncloa, a sentarse en una mesa bilateral para pactar reformas estructurales. Son dos decisiones estratégicas que, ayer, eran puestas en duda por destacados dirigentes del partido, tanto de la llamada ala dura como del ala moderada. Así, los populares consultados dicen no entender por qué se fue subiendo el tono de la crítica, la pasada semana, ante el proyecto gubernamental de crear un fondo de liquidez para bancos de 30.000 millones (ampliable a 50.000), "si al final se iba a terminar respaldando". "A la prensa no le ha pasado desapercibida la descoordinación en el mensaje" o "hace falta que alguien se siente a pensar", señalaron algunos de ellos.

¿Por qué cambió Rajoy de criterio en una semana? Pues, según afirmó él mismo el martes tras verse con Zapatero, por entender que la coyuntura económica es "excepcional" y porque tanto el fondo como el resto de medidas de Zapatero cuentan, desde el domingo, con el beneplácito de la UE. Sin embargo, esas explicaciones no han logrado convencer a todo el PP.

Hay dirigentes que apuntan que la situación era "igual de excepcional" el día de la cita en la Moncloa que la jornada en que el Ejecutivo anunció el fondo "por presiones de los banqueros". Otros dicen entender la dificultad de rechazar unas medidas que, el domingo en París, recibieron un espaldarazo de los líderes europeos, entre ellos Nicolas Sarkozy y Angela Merkel, esos socios de los que tanto presumió Rajoy en campaña electoral. "Perdimos la oportunidad de hacer suficiente sangre cuando Sarkozy dejó a Zapatero fuera de la primera reunión. Y ahora, hemos permitido que venda que es un líder en Europa", se quejan sin grabadoras por medio.

LA MESA, UNA "TRAMPA"x Y lo que unos y otros critican es que su jefe haya aceptado compartir con el Gobierno una mesa de reformas estructurales para paliar problemas de la economía. Entre los consultados, hay quien sostiene que el error de Rajoy ha quedado en evidencia cuando Zapatero, ayer, ofreció otra mesa "paralela" a CiU.

Asimismo, un relevante miembro del partido apostilla: "¿no dijo Pedro Arriola (asesor de Rajoy) que, en esta legislatura sin crispación solo se haría leña en economía? Y mientras una parte del partido intentaba entender el apoyo de su presidente al jefe del Ejecutivo, Rajoy utilizaba la sesión de control para instar a Zapatero a repetir los compromisos que adquirió con el PP en su última cita. Y para recriminarle que diga que el Gobierno quiere ayudar a las familias pero permita otra subida en el recibo del gas. Zapatero le recordó que ha congelado el precio del butano, que afecta, a su juicio, a los más necesitados.