El exasesor Juan Antonio Roca coincidió ayer con el resto de implicados en la operación Malaya al acudir a declarar por irregularidades en ocho convenios que, según dijo, aprobó el ayuntamiento y no él. El supuesto cerebro de la trama dijo que se limitó a hacer informes no vinculantes y que la Junta de Andalucía, que tenía la decisión final, conocía los acuerdos, y "a veces los impugnaba, y a veces no".