Aunque los sindicatos, a excepción de LAB, siempre han condenado la actuación de ETA, ayer se pusieron a la cabeza de la manifestación contra la banda. Se tomaron como un ataque en toda regla al interés de los trabajadores los 11 kilos de amonal empleados para atentar contra las sedes del Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laboral en San Sebastián y el pabellón de la Seguridad Social en Arrigorriaga (Vizcaya).

Los secretarios generales de CCOO y de UGT de Euskadi, Josu Onaindi y Dámaso Casado, advirtieron a ETA de que los trabajadores vascos no necesitan ni bombas ni violencia para defender sus derechos. Por su parte, el máximo dirigente del sindicato nacionalista ELA, José Elorrieta, dijo que el "intervencionismo militar de ETA sobra y estorba" y subrayó que, sin la banda, la "mayoría social vasca" sería mas amplia, en alusión a la unidad con LAB.

También los partidos denunciaron los atentados. El consejero de Trabajo, Joseba Azkarraga (EA), que visitó las instalaciones del instituto atacado y el Ayuntamiento de Arrigorriaga, exigió a ETA que vaya "al paro".

La Ertzaintza confirmó que la banda terrorista había empleado tres kilos de explosivo en cada una de las bombas que colocó en la sede del Instituto Vasco de la capital guipuzcoana, mientras que otros cinco explosionaron en el pabellón de la Seguridad Social. El artefacto que causó mayores daños materiales fue el que estalló, solo unos minutos después de iniciada la jornada del 1º de mayo, en el pabellón de Arrigorriaga, en el que se guardan coches y objetos procedentes de embargos. La explosión no estuvo precedida de aviso alguno.

VOZ DISTORSIONADA Poco después, a las 0.30 horas, estallaron los otros dos artefactos en San Sebastián. Previamente, a las 23.25 horas, un comunicante anónimo que dijo hablar en nombre de ETA había alertado a la asociación de ayuda en carretera DYA de Vizcaya, desde una cabina telefónica y con la voz distorsionada, de que "dos potentes bombas" harían explosión en el citado edificio.