Ramon Perona, funcionario de la Consejería de Gobernación (hoy Interior) de la Generalitat de Cataluña prestó pistolas a varios miembros del equipo de seguridad de Converg¨ncia Democr tica (CDC) para que protegieran a sus líderes en actos públicos en la década de los 80 y 90, según explicó a este diario Ricard Murga, excoordinador de esa área del partido. Perona, que es militante de CDC, permitió además, según este testimonio, que sus compañeros efectuaran prácticas de tiro en la Escuela de Policía de Cataluña, en Mollet del Vallés (Barcelona), pese a que ninguno tenía licencia de armas.

Murga ha denunciado que CDC se financió, al menos durante el periodo en que él fue empleado de Adigsa, entre 1988 y 1995, con el pago de comisiones ilegales por las adjudicaciones de obras, y que contrató a muchos militantes que en horarios laborales trabajaban para el partido en tareas de seguridad. Las acusaciones de Murga han sido tajantemente desmentidas por Converg¨ncia.

Perona negó ayer a este diario haber facilitado ningún arma ni haber abierto la escuela policial para practicar con ellas. El funcionario precisó que algunos miembros de seguridad de CDC hicieron cursos sobre protección, incendios, primeros auxilios y otros, pero ninguno de armas. Según su versión, esos cursillos se llevaron a cabo en una empresa de seguridad privada.

Josep Maria Penín, pariente lejano del exconsejero Felip Puig y principal querellado de la fiscalía por el cobro de comisiones en el caso Adigsa , efectuó un curso especial de conducción.

Murga sostiene que las pistolas facilitadas por Perona eran de 9 milímetros y de cañón corto. "Antes de los actos nos reuníamos y Perona nos hacía entrega de las pistolas a cuatro miembros del equipo", aseguró. El coordinador de seguridad de CDC agregó que hacían prácticas de tiro periódicamente. "Muchos sábados, a las 8 de la mañana, Perona, Josep Maria Oliveras exjefe del área técnica de Adigsa y yo quedábamos en las oficinas de Adigsa para ir a la escuela de policía". Según su versión, las prácticas se hacían de las 9 a las 13 horas con pistolas de la escuela, idénticas a las que tenían prestadas en el partido. Por eso, Murga dedujo que Perona había sacado las armas de los Mossos. "El tiempo que pasábamos allí lo cobrábamos de Adigsa como horas extra, bajo el concepto: Mollet del Vallés: archivo . Y Antoni Jord , primero, y Felip Puig, después exconsejeros delegados de Adigsa autorizaron los pagos", dijo.

Perona formó parte del núcleo inicial de los Mossos conocido como los mortadelos , que se dedicaban más al espionaje que a la investigación policial, y hacía compatible esta función con tareas de seguridad en CDC, a las que se dedicó hasta 1990.

QUERELLA POR CALUMNIAS Las acusaciones de Murga han provocado la reacción de CDC. El partido nacionalista explicó ayer que, al igual que hará Felip Puig, se querellará contra Murga por "calumnias e injurias". También anunció que, una vez finalizado el proceso judicial de esta querella, interpondrá demanda civil contra El Periódico de Catalunya y una queja ante el Colegio de Periodistas "por la vulneración sistemática del código deontológico" que, en su opinión, comete este diario al publicar el testimonio de Murga. Artur Mas, líder de CDC, tachó de "fantasmada" las acusaciones de Murga, que no tienen "fundamento".

Por su parte, Murga presentó ayer una querella contra Puig por haber cuestionado en varios medios de comunicación su solvencia "personal, psicológica y económica".