La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, respondió ayer al lendakari, Juan José Ibarretxe, que "la única mano que nunca puede temblar es la que aplica la ley y la Constitución". Sin citarlo, De la Vega parafraseó unas palabras pronunciadas por el presidente vasco, que el pasado domingo afirmó que no le temblará la mano para convocar su anunciada consulta popular.

La vicepresidenta, que inauguró un encuentro sobre mujeres líderes iberoamericanas en la Casa de América de Madrid, hizo una reflexión sobre la forma en que debe desarrollarse el debate público. Dijo que este debe ser impulsado por los dirigentes políticos "desde la serenidad", buscando lo que une a las sociedades, y no lo que las divide.

"SIN POSIBILIDAD" La nueva situación creada por el anuncio de Ibarretxe fue, precisamente, uno de los temas tratados en la reunión de la ejecutiva federal del PSOE. En conferencia de prensa tras el encuentro, el secretario de organización, José Blanco, afirmó que no existe "ninguna posibilidad" de que los socialistas den su visto bueno a la iniciativa soberanista del lendakari.

Blanco señaló con insistencia que Ibarretxe lanzó inicialmente su órdago en el 2001, cuando José María Aznar gobernaba España, y que fue José Luis Rodríguez Zapatero el que lo desactivó en el 2005, cuando retó al lendakari a tramitar la iniciativa en el Congreso de los Diputados.

El dirigente socialista afirmó que el planteamiento del presidente vasco es "políticamente nocivo e institucionalmente indeseable", y aconsejó a Ibarretxe que dedique sus esfuerzos antes que nada a buscar un acuerdo entre las fuerzas políticas de Euskadi. "La consulta no va a prosperar, e Ibarretxe lo sabe", dijo, tajante, Blanco.

"FIRMEZA Y SERENIDAD" El Gobierno y el PSOE, dijo, afrontarán el desafío del Ejecutivo vasco con "firmeza, serenidad y respeto constitucional", para no alentar la "crispación". Blanco se mostró convencido de que las tensiones provocadas por el anuncio de Ibarretxe no van a afectar las relaciones entre el PSOE y el PNV en el Congreso, y vaticinó que los nacionalistas vascos apoyarán los presupuestos generales.