El Gobierno vasco alertó ayer a la Ertzaintza de la posibilidad de que ETA cometa un "gran atentado" de forma "inminente". La consejería de Interior indica a los agentes que adopten las máximas cautelas ante las bombas trampa que se activan con una fuente de luz como puede ser una linterna.

El departamento que dirige Javier Balza explica que, en virtud de la información encontrada por la Guardia Civil al complejo Vizcaya , ETA podría llevar a cabo un golpe similar al que planeaba para hoy 31 de julio durante las fiestas de San Ignacio del barrio de Algorta en Getxo (Vizcaya) contra un furgón de la Ertzaintza. Así, advierte de que los etarras podrían atentar en una localidad en fiestas con mucho público. El comunicado les avisa, además, de que los terroristas podrían llevar a cabo "acciones de distracción previas" con el fin de "debilitar la fuerza policial y obtener así mayor impunidad". El comunicado incluye una llamada de atención sobre la posibilidad de que usen células fotovoltaicas, ya que han sido encontradas en los zulos, muy sensibles y que hacen estallar un artefacto cuando le alumbra alguna luz. ETA intentó atentar contra el periodista Carlos Herrera con un dispositivo parecido.

Interior recuerda a los agentes que hay unas 20 acciones sin aclarar --sobre todo en Guipúzcoa--, y que, como demostró la bomba colocada en la autopista de Orio del pasado fin de semana, "parte de la estructura de liberados y colaboradores legales ha podido quedar intacta".

El departamento de Interior vasco distribuyó ayer las fotografías de dos integrantes del Vizcaya huidos: Aitor Artetxe y Asier Borrero. A este respecto, fuentes de la lucha anti-ETA alertan de que se fugaron más terroristas y de que hay dos comandos más activos, el Donosti , que opera en Guipúzcoa, y otro itinerante y responsable del artefacto de Torremolinos (Málaga).

Además, Francia ha aumentado la seguridad en las fábricas de explosivos cercanas a la casa donde vivían los etarras Asier Ezeiza y Olga Comes.