José Luis Rodríguez Zapatero ha endosado al ministro de Defensa, José Bono, toda la responsabilidad sobre las consecuencias que puedan derivarse de la polémica operación de venta de material militar a Venezuela, según fuentes de la Moncloa. El embajador de EEUU en España, Eduardo Aguirre, avisó ayer de que su país espera que "a la larga" dicha operación no llegue a realizarse, mientras que Caracas daba por segura la inminente firma del contrato con la presencia de Bono. Defensa rehusó avanzar las intenciones del ministro.

Aguirre señaló que la venta de ocho patrulleras y 12 aviones de transporte a Venezuela puede ser un "factor desestabilizador" en la región. Dijo que las naves y los aviones incluyen tecnología estadounidense, por lo que EEUU podría vetar la venta.

La operación, impulsada por Bono, viene provocando fuertes tensiones en el seno del Ejecutivo. Zapatero apadrinó el contrato durante su encuentro con Hugo Chávez en abril, pero su entusiasmo se ha enfriado por la instrumentalización política que el mandatario venezolano ha hecho del negocio y por las reticencias de Venezuela a incluir en el paquete, según lo pactado, la compra de varios buques petroleros a España y la reparación de esas naves en talleres españoles.

Tanto Zapatero como el titular de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, esperan que Bono resuelva la papeleta sin contrariar a las partes y sin afectar los intereses españoles.