No se puede retar al Estado de derecho. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió ayer a Batasuna de que "no caben desafíos en el Estado de derecho y en la democracia" y que la formación ilegalizada no puede concurrir a las elecciones del 17 de abril porque lo prohíbe la ley de partidos. Fue su respuesta a Arnaldo Otegi, que el domingo le exigió que reconozca los derechos civiles y políticos de Batasuna para que pueda solucionarse el problema vasco.

DECISION DEL SUPREMO El jefe del Ejecutivo, que realizó estas declaraciones en una entrevista a Punto Radio, recordó que la decisión corresponde al Tribunal Supremo --que actúa a instancias del fiscal general y de la abogacía del Estado-- y se mostró convencido de que el tribunal decidirá "aplicando la ley de partidos" que ilegalizó a Batasuna.

El presidente pidió a Otegi "un ápice de valentía para condenar la violencia" y dejó claro que "el destino político de los que no la condenan es el silencio de las instituciones y su no presencia" en ellas.

Zapatero aseguró que el PSE se enfrenta a las elecciones vascas "con vocación de ganarlas y ser una alternativa frente al plan Ibarretxe ", y no quiso hablar de futuros pactos con el PP ni con ninguna otra fuerza política hasta después de los comicios: "No es el momento de decir con quien vamos a sumar los votos que tenemos que conseguir, sino de pedírselos a los ciudadanos".

PASO PREVIO AL DIALOGO Con intención de zanjar los rumores relacionados con supuestos contactos entre el Gobierno y la banda, insistió en que el Gobierno "sólo está dispuesto a escuchar si cesa radicalmente en la violencia", y subrayó que condenarla y abandonar las armas sería "un paso previo a lo que puede ser dialogar y negociar".

Para impedir que Batasuna se presente a las elecciones, el PP reclamó que los responsables de justicia tomen todas las "medidas necesarias", incluida la intervención de la Fiscalía del Estado. El secretario general del PP, Angel Acebes, declaró que la candidatura sería en realidad la de "ETA-Batasuna" y que podría ser un "señuelo para intentar colar otra lista bajo otro nombre".

INTENCIONES FRAUDULENTAS El dirigente popular alertó de que Batasuna puede intentar cumplir sus objetivos "desde la provocación y desde el fraude". Acebes recordó que las "treguas" de la banda terrorista siguen apuntando "con miras telescópicas" hacia los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado y los dirigentes políticos vascos.

Por su parte, el presidente del PNV de Vizcaya, Iñigo Urkullu, recordó ayer a Batasuna que la "última palabra" para su legalización "depende del PSOE y del PP", y "de ninguna manera" del tripartito vasco.