José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy se cruzaron ayer duras acusaciones por las últimas polémicas judiciales en torno a la lucha antiterrorista. El presidente del Gobierno exigió al líder del PP que "respete alguna vez a la justicia" y puso en entredicho su compromiso con la democracia y el Estado de derecho después de lo que se está "viendo en los últimos días", en alusión a las operaciones para vincular a ETA con el 11-M y los ataques de que es objeto el juez Baltasar Garzón. Rajoy acusó a Zapatero de actuar de modo "antidemocrático" y de volver a "los peores tiempos del felipismo".

El duelo verbal tuvo lugar en el Congreso de los Diputados, durante la sesión de control al Gobierno. El líder de los populares pidió explicaciones al jefe del Ejecutivo sobre el supuesto chivatazo que un etarra recibió desde la policía ante una operación de las fuerzas de seguridad contra el aparato de extorsión de ETA. Rajoy cuestionó que el juez encargado de la investigación del soplo --en alusión a Garzón-- hubiera apartado del caso al jefe antiterrorista de la policía para encargarlo a la Guardia Civil. "Es un hecho de enorme gravedad, sin precedentes en la moderna historia española", clamó.

RESOLUCION Coincidiendo con el inicio de la sesión, la Audiencia Nacional hizo pública una resolución del juez Garzón que desestimaba las denuncias del sindicato Manos Limpias --que lidera un exlíder del grupo ultraderechista Fuerza Nueva-- contra el jefe de seguridad del PSOE por la presunta autoría del soplo .

Zapatero recordó a Rajoy que el caso del chivatazo se encuentra bajo secreto judicial y remarcó su respeto a la actuación de los tribunales. En su turno de réplica, y entre los jaleos de su bancada, el líder del PP endureció sus ataques y criticó al jefe del Ejecutivo por "esconderse detrás de un juez" para eludir las explicaciones. "¡Esto es una vergüenza!", exclamó indignado, tras lo cual afirmó que el Gobierno vuelve a "los tiempos del felipismo, a las filtraciones, a los enredos, al ocultismo".

El presidente puso en duda que Rajoy tenga "claro lo que es una democracia". "Usted ha hecho una afirmación aquí que es precisamente lo que está investigando un juez", le espetó. Zapatero reclamó respeto a la justicia, en un momento en que el juez Garzón es blanco de una ofensiva de desprestigio por imputar un delito de falsedad a tres peritos policiales que vincularon a ETA con el 11-M en un informe manipulado.

El debate tuvo su continuación en un enfrentamiento entre el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el diputado popular Alfredo Ballester, que acusó al Gobierno de "despreciar" a la Asociación de Víctimas del Terrorismo. "Quien desprecia a las víctimas es quien las utiliza políticamente. ¡Ustedes!", le respondió Rubalcaba.