Los militantes socialistas de Puertollano (Ciudad Real) le recibieron al grito de "caña al PP", pero el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, optó por un discurso moderado. Dedicó poco más de un minuto a hablar del 11-M y lo hizo para pedir al PP y a su líder, Mariano Rajoy, que cambien de estrategia. "Que no se aten al pasado y que miren hacia adelante", reclamó. Lo hacía casi a la misma hora que Rajoy, en Barcelona, se mostraba dispuesto a ello. Zapatero aseguró que el PSOE, sin olvidar la tragedia del atentado, se compromete a pasar página y trabajar por la unidad frente al terrorismo.

El líder socialista, en un intento de zanjar el debate sobre la autoría intelectual del 11-M --una controversia que mantienen viva algunos dirigentes del PP y parte de sus medios afines--, insistió en que los españoles deben sentirse orgullosos del fallo.

En su extenso discurso, no hizo ni una referencia al viaje de los Reyes a Ceuta y Melilla después de que Rabat haya decidido llamar a consultas a su embajador en España.

Zapatero presumió de políticas sociales, de crecimiento económico, de ayuda a la cooperación... Y, de paso, de respeto al medio ambiente para "recordarle al PP y a Rajoy que el cambio climático existe". Exhibió optimismo y aseguró que va a pedir el voto para los comicios de marzo "con la cabeza alta", pero también con "humildad y admitiendo errores".