En una situación de grave crisis económica, sin mayoría absoluta en el Congreso y con la oposición contundente del PP, el PSOE podía haber escogido un camino más cómodo tras las elecciones en Galicia y el País Vasco del pasado 1 de marzo. Los socialistas podrían haber negociado con el PNV en Euskadi, formar gobierno, y asegurarse los seis diputados nacionalistas en Madrid. Pero la vía fue otra. Por "coherencia política" y por una apuesta por "la cohesión de la España plural".

José Luis Rodríguez Zapatero se enorgulleció ayer, ante el comité federal del PSOE, del acuerdo en Euskadi con el PP vasco, que permitirá la elección del socialista Patxi López como lendakari, a pesar del coste que supone en el Congreso. Zapatero lanzó un mensaje para los que temen, en las propias filas socialistas, la debilidad parlamentaria. "Si nos cuestan más los acuerdos es por pura coherencia con lo que hemos defendido, por el acierto de nuestra política de vertebración de la España plural y porque somos fuertes en Euskadi y Cataluña, porque apreciamos su singularidad", aseguró.

GRAN PARADOJA La dirección del PSOE admite, sin embargo, una gran paradoja. Las acusaciones sobre su soledad parlamentaria, a la que se agarra ahora el PP para buscar acuerdos con los nacionalistas, se deben a la pérdida del PNV, enrabietado por ser desalojado del poder en Euskadi. Pero la mayoría de votaciones que ha ganado el PSOE en esta legislatura y en la anterior no han llegado por los votos del nacionalismo vasco, sino por los de CiU y la izquierda catalanista de ERC e ICV, aunque el PSOE reconoce que el PNV fue vital para sacar los presupuestos del 2009.

Zapatero dedicó buena parte de su discurso ante el comité federal del PSOE a la nueva situación en Euskadi, destacando el papel que tendrá a partir de ahora Patxi López, quien agradeció, en una alocución muy emotiva, según miembros socialistas, que el presidente del Gobierno hubiera preferido "arriesgarse" en lugar de buscar la comodidad de la estabilidad parlamentaria. Pero el jefe del Ejecutivo quiso mencionar la "fortaleza socialista en Cataluña", consciente de que CiU se ha distanciado en el Congreso y que puede comenzar a escuchar los cantos de sirena del PP para pactar medidas socioeconómicas.

EL ACIERTO DE CHAVES El jefe del Ejecutivo justificó también, ante su partido, la crisis de Gobierno, para atender con mayor celeridad la crisis económica. Entre muchas intervenciones, que se centraron en la situación de Euskadi y en las elecciones europeas, --el objeto principal del comité federal, que aprobó la lista electoral y el manifiesto político--, destacó también la de Daniel Fernández, que abordó la "agenda catalana". Consideró que con el nuevo Ejecutivo "ha llegado el momento" de acordar cuanto antes el modelo de financiación autonómica. Fernández consideró que la elección de Manuel Chaves como vicepresidente "es acertada" para buscar esos acuerdos territoriales. Sin embargo, la financiación apenas fue mencionada por el resto de dirigentes socialistas, más allá de desear un buen acuerdo.