Cuando el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se reúna hoy en Nueva York por primera vez con el secretario general designado de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que a partir de enero sustituirá a Kofi Annan al frente del organismo, lo hará con una buena carta de presentación. El Consejo de Ministros aprobó el viernes el establecimiento de un fondo de 528 millones de euros que se destinarán en los próximos cuatro años a la consecución de los objetivos del milenio.

Y cuando hoy la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín, firme el acuerdo con el administrador del Plan de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Kemal Dervis, España se situará en un lugar destacado en la lucha contra la pobreza con una suma que es la mayor aportación voluntaria del país a fondos y programas de la ONU.

IMPULSO Según fuentes diplomáticas, la creación del fondo fue una iniciativa que partió de Madrid y responde a una política de impulso al desarrollo de la Administración (que también está trabajando con el PNUD para firmar en breve un acuerdo específico para Latinoamérica). Su establecimiento no está exento de intereses "egoístas", como intentar mejorar las condiciones en países africanos para frenar los flujos de inmigración que llegan a España.

Además, según las mismas fuentes, la aportación intenta que se dé un "salto cualitativo" en el actualmente mínimo nivel de representación de España en los órganos rectores y puestos directivos de la ONU.

La firma del acuerdo para el desarrollo es solo uno de los puntos de la apretada agenda para la visita de un día que Zapatero realiza a la ONU, una ocasión que aprovechará también para despedirse oficialmente del secretario general saliente, Kofi Annan, presentarse ante Ki-moon e impulsar la Alianza de Civilizaciones.