La decisión está tomada. El Gobierno considera que se magnifica su soledad parlamentaria y recuerda que en la pasada legislatura también supo vivir en precario. Pero la intensidad de la crisis económica y la peculiaridad del tablero de la política catalana le obliga a buscar acuerdos con más ahínco. Por eso, durante el debate del estado de la nación que empezará mañana, José Luis Rodríguez Zapatero mirará hacia Cataluña más que nunca, con el propósito de lograr el respaldo de ERC e ICV hacia sus propuestas socialdemócratas.