El homenaje en la Moncloa a los agentes de seguridad fallecidos en acto de servicio, instituido el pasado año, transcurrió ayer en un clima enrarecido. Policías y guardias civiles llevan meses enfrentados al Ejecutivo en demanda de mejores condiciones laborales y salariales, y sus sindicatos más representativos boicotearon con su ausencia el acto. Para aplacar a las fuerzas de seguridad, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió ayer a dotarlas de más medios y de mejores condiciones laborales. Pero los sindicatos policiales, incrédulos, mantuvieron la amenaza de nuevas movilizaciones.

Sobrio por definición, el tributo a los 13 agentes --ocho guardias civiles y cinco policías-- que el pasado año perdieron la vida en el cumplimiento de su deber constó de los discursos de Zapatero y del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba --acompañados por la titular de Defensa, Carme Chacón--, y de la entrega de placas de reconocimiento a las familias de los desaparecidos. También asistieron a la ceremonia altas instituciones del Estado, el líder del PP, Mariano Rajoy, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.

En la alocución presidencial, todo fueron parabienes hacia los cuerpos de seguridad. Y un compromiso: "Seguiréis teniendo el respaldo que necesitáis para poder desempeñar vuestras funciones cada día con mejores recursos materiales, con unos medios humanos cada vez mejor formados y en número suficiente, en las condiciones laborales adecuadas. Este es el compromiso del Gobierno que presido". Zapatero subrayó que "en una ocasión tan especial ninguna palabra debe decirse en vano".

Reconoció y agradeció el presidente el "duro" y "abnegado" servicio que prestan los agentes, encargados de "proteger la libertad de los ciudadanos y garantizar la seguridad de las personas" los 365 días del año. "Quienes tanto nos dieron no merecen nuestro olvido. Recordémosles siempre, honrémosles siempre", demandó, en un tono rayano en la homilía. Y, dirigiéndose a policías y guardias civiles, nuevamente ratificó su compromiso: "Tenemos en alta estima lo que hacéis y somos sensibles a vuestras necesidades."

"CON HONOR" En su intervención, el titular del Interior recordó a los 13 agentes fallecidos, incluido el guardia civil José Manuel Piñuel Villalón, asesinado por ETA el pasado 14 de mayo en el atentado contra el cuartel de Legutiano (Alava). Rubalcaba calificó de "justo y merecido" el homenaje a los fallecidos porque "fueron ejemplo de entrega incluso más allá de lo exigido en su trabajo". "Murieron cumpliendo con su deber y eso es lo que seguramente les gustaría que dijéramos, que se comportaron con honor", apuntó.

Pero los elogios y agradecimientos no ablandaron a los sindicatos policiales, que horas más tarde respondieron que las promesas de Zapatero de mejorar sus medios y sus condiciones laborales "no tienen ningún crédito" y son mera "palabrería".

El Sindicato Unificado de la Policía (SUP) recordó que, aunque el presidente prometió en el 2007 equiparar los sueldos de los agentes estatales a los de mossos y ertzainas, las diferencias han aumentado. Por eso ratificaron la convocatoria de otra multitudinaria manifestación de policías, esta el próximo 21 de marzo, y amenazaron con una huelga de celo en el 2010, durante la presidencia española de la Unión Europea (UE).