El presidente del Gobierno anunció ayer que esta medianoche entrará en vigor un plan especial de seguridad preventiva contra el terrorismo para garantizar la paz de las fiestas navideñas. El dispositivo, que estará en vigor hasta el 8 de enero, fue ordenado el domingo por José Luis Rodríguez Zapatero, durante la reunión del Gabinete de crisis que convocó en la Moncloa. El presidente reveló que las Fuerzas Armadas colaborarán con la policía y la Guardia Civil en las labores de vigilancia.

ESTABILIDAD La comisión de seguimiento de situaciones de crisis aprobó el domingo el plan de seguridad con carácter estable. Se trata del protocolo de un dispositivo que se activará en todas las fechas señaladas que requieran protección especial.

El PP recibió el anuncio del presidente con estupor, aunque apenas lo reflejó en público, donde Mariano Rajoy respaldó "todas las medidas antiterroristas" que decida poner en marcha el Gobierno. En privado, lamentó que el hecho de anunciarlo reste efectividad al dispositivo y, de paso, le restó relevancia, al asegurar que todos los años se establece este plan policial.

"CUIDADO" "Cuidado con los anuncios", advirtió Rajoy en el turno de réplica del debate parlamentario sobre la última cumbre de la UE, que fue donde el presidente reveló el plan. Zapatero replicó que la "transparencia" que prometió consiste en "informar de cuantas decisiones importantes para la seguridad adopte el Gobierno".

El jefe del Gobierno justificó la reunión del Gabinete de crisis por "los acontecimientos que nuestro país ha vivido en este año", en referencia al 11-M. Y añadió que "hay razones suficientes para que el Gobierno adopte medidas especiales de seguridad y protección de los ciudadanos". Sin embargo, quiso atajar el miedo que puede generar el anuncio, máxime después de que él mismo sostuviera en la comisión del 11-M que España sigue en "máxima alerta" contra el terrorismo islamista.

OCIO Y TURISMO El Ministerio del Interior detalló en una nota oficial el alcance del dispositivo para impedir atentados terroristas y garantizar la protección de objetivos estratégicos. El despliegue afectará a transportes, comercios e instalaciones energéticas. Protegerá los acontecimientos deportivos y los lugares de especial afluencia turística.

El plan especial persigue detectar miembros de organizaciones terroristas y vehículos que pudieran estar relacionados con el terrorismo, así como cualquier artefacto que pueda comprometer la seguridad de los actos de afluencia masiva. Según Interior, las Fuerzas Armadas, bajo el mandato del Ministerio de Defensa, se encargarán de vigilar la línea férrea del AVE y otros objetivos estratégicos que entran en sus competencias.