El presidente del Gobierno, osé Luis Rodríguez Zapatero, se mostró ayer extremadamente prudente sobre las intenciones de la banda terrorista ETA y ese posible comunicado que, a juicio del Partido Popular, el Ejecutivo socialista está "implorando" para poder "salvar la cara" ante los ciudadanos españoles. El presidente español denunció que, mientras los miembros de su Gabinete está trabajando para "prevenir, combatir y terminar" con el terrorismo, el principal partido de la oposición lo que hace es "enfrentarse al Gobierno".

Zapatero pidió "máxima cautela" por lo que pueda hacer la banda terrorista en los próximos meses y no quiso comentar si espera o no que emita un comunicado. "No debo ni puedo ser explícito en esta materia", afirmó. También pidió tiempo y volvió a escudarse en su actitud cautelosa al referirse a la posibilidad de que el partido ilegalizado Batasuna concurra a las elecciones municipales que se celebran el próximo mes de mayo si condena la violencia, una participación en las urnas deseada por el Ejecutivo socialista.

EL MODO DE HACER POLITICA "Es bueno que todo el mundo cumpla la ley, y no digamos nada la de partidos", afirmó el jefe del Ejecutivo. "Supondría que no habría una fuerza política en ningún sector, por muy minoritario que este sea en la sociedad, que no rechace la violencia como modo de hacer política". El presidente del Gobierno pidió que no se anticipen hipótesis. "Vamos a ver las candidaturas y hasta qué punto caben o no en la ley de partidos", declaró.

Zapatero no quiso comentar si, después de que la fiscalía retirara la acusación por enaltecimiento del terrorismo contra el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, espera algún "gesto" de esa organización para desvincularse de ETA. "Las decisiones judiciales, incluso las penitenciarias, se hacen aplicando la ley", afirmó, en referencia también a la concesión del segundo grado al preso de la banda terrorista Iñaki de Juana Chaos, que se recupera de su huelga de hambre en un hospital de San Sebastián.

LAS DESAVENENCIAS El dirigente español hizo estas declaraciones en un desayuno con periodistas en Berlín, donde este fin de semana ha participado en las celebraciones de los 50 años del Tratado de Roma. Se dio la circunstancia de que Zapatero se alojó en el mismo hotel donde también durmió el presidente del PP Mariano Rajoy, que fue a la capital alemana para la cumbre extraordinaria del Partido Popular Europeo. Ambos mandatarios no se vieron ni se quisieron ver, otra prueba más de las profundas desavenencias del principal partido de la oposición y del jefe del Ejecutivo.

Sobre este asunto y el malestar de la ciudadanía mostrado en las numerosas manifestaciones fue preguntado Zapatero, quien negó cualquier vislumbre de "crispación" y también que viva alejado de la sociedad, como se le achacó al expresidente José María Aznar con su decisión de ir a la guerra de Irak junto a Estados Unidos y Reino Unido. "Comparar esas dos situaciones es un profundo error", afirmó el jefe del Ejecutivo, pese a que algunos dirigentes socialistas han comparado el número de manifestantes con el número de muertos en Irak.

ESTILO DE OPOSICION "Lo que hay --dijo en referencia a la supuesta crispación-- es un partido que hace un determinado estilo de oposición. Quien ha elevado el tono, quien utiliza determinados calificativos, quien no respeta una crítica en referencia a las declaraciones de Jesús Polanco contra el PP no somos nosotros", declaró.