Se vota a los alcaldes y a los presidentes autonómicos, pero también es la primera ocasión en que toda España puede pronunciarse en las urnas sobre el clima político que ha vivido el país en estos tres años. José Luis Rodríguez Zapatero utilizó ayer este argumento en Talavera de la Reina (Toledo) para pedir una participación masiva que "margine la crispación" e instaure la "forma de hacer política" por la que él apuesta, basada en "el respeto a las posiciones del contrario y en la tolerancia".

Con la fuerza mitinera que había aparcado en sus últimos actos, Zapatero arremetió contra la actitud del PP, que en los últimos días ha denostado la estrategia del Gobierno para evitar que Batasuna se cuele en las municipales; ha culpado a Zapatero de dictar la detención de Isabel Pantoja en el caso Malaya para tapar el "paseo" de Iñaki de Juana Chaos por el exterior del hospital de San Sebastián, y ha ridiculizado la prohibición de conducir embriagado.

Con tal carga de motivos, Zapatero sentenció: "Quien descalifica sin más no construye. Quien fabula y miente es que no tiene futuro y solo está tratando de salvar su pasado inmediato". Tras esa carga contra Mariano Rajoy, desmintió por "falso de toda falsedad" que supiera de la detención de Pantoja antes de que se produjera, como insinuó el líder del PP, y proclamó su "respeto" a la independencia de todos los jueces, tanto los que luchan contra el terrorismo, como los que investigan las tramas de corrupción urbanística en Marbella y en otras localidades, hasta los que persiguen a los conductores que provocan muertes en las carreteras.

El PSOE fía buena parte de su éxito el 27-M a la participación. Los socialistas saben que uno de los efectos de la estrategia de crispación continua mantenida por el PP estos años es tener a su electorado movilizado, dispuesto a acudir a las urnas. El votante del PSOE no responde con esa fidelidad al llamamiento electoral, por eso Zapatero centró ayer su discurso en resaltar el valor de cada sufragio. "Votar importa. Merece la pena gobernar para cambiar las cosas", dijo. Y recordó que fue la alta participación registrada en las generales del 2004 la que propició el cambio de Gobierno tras la victoria del PSOE. "Si pudimos salir de Irak y denunciar una guerra ilegal fue porque la gente fue a votar y creyó en su voto".

La mención a la decisión de retirar las tropas de Irak es el reclamo con el que Zapatero trata de atraer a las urnas en mayo a los jóvenes que propiciaron el vuelco electoral en el 2004. A ellos dedicó el presidente un exhaustivo repaso por las decisiones adoptadas estos tres años y que persiguen mejorarles la vida, desde el aumento de la cantidad y cuantía de las becas de estudio, hasta los contratos estables, pasando por el incremento de las viviendas protegidas.

DEPENDENCIA Y AGUA Para los menos jóvenes, mucho más numerosos en las gradas del auditorio de Talavera de la Reina, desgranó las ventajas de la ley de dependencia. Y a todos ellos prometió no tomar ninguna decisión sobre el reparto del agua en España sin contar con la opinión del presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda.