Otra lección de talante, aunque con carga de profundidad. José Luis Rodríguez Zapatero replicó ayer en Valencia a la riada de insultos que le dedicó el viernes desde Toledo Mariano Rajoy asegurando que considera a su contrincante "valiente y listo". "Sabéis lo que él piensa de mí", dijo para que el público rememorara que el líder de la oposición le llamó "cobarde" al considerar que se pliega a los deseos de Batasuna y "bobo solemne" por su política territorial. "Yo creo que es valiente, aunque no quiso debatir conmigo en la campaña electoral; y que es listo, a pesar de que perdió el Gobierno que tenía el PP con mayoría absoluta", remató Zapatero.

El presidente consideró que "el insulto" es la táctica de "los políticos a los que les va mal". Y que a él, como le va "razonablemente bien", le resulta mejor hablar de "ideas y soluciones" a los problemas de los ciudadanos. Para acabar de demostrar hasta qué punto le desagrada la estrategia del PP, Zapatero dejó claro que los insultos le parecen una falta de "respeto a una democracia ejemplar como la que han construido los españoles desde que les dejaron".

UNA ETAPA MEJOR Frente a la política del "no a todo" que a su juicio practica el PP, Zapatero defendió su gestión estos dos años y auguró que la reforma del Estatuto de Cataluña "tampoco será el fin de España" como sostiene el PP, sino "el principio de una etapa mejor para cohesionar España y respetar la identidad de los pueblos que están tan bien unidos por la democracia". Aunque no detalló cómo va la negociación, el presidente sostuvo que hay dos ideas que regirán la reforma: "ningún territorio puede ser más que otro, ni tener privilegios", pero debe "respetarse a cada uno como es".

Con esas convicciones tan genéricas, consideró "una pena" que el principal partido de la oposición vuelva a "mantener su constante histórica de negarse a los cambios" y opte por "no sumarse" al debate del Estatuto catalán. Zapatero se sacudió toda responsabilidad sobre la marginación del PP de las reformas territoriales y la consideró consecuente con la política que ha practicado Rajoy en estos dos últimos años. Así, repasó que el PP auguró todo tipo de males en cada "avance" que practicaba el Gobierno, desde la retirada de las tropas de Irak hasta la legalización de las bodas entre homosexuales. "A más derechos, más democracia; y a más democracia, más unidad", remató.

En tono electoral, el presidente acudió a la clausura de la conferencia política del partido socialista valenciano a respaldar el pla 2007, con el que el socialista Joan Ignasi Pla aspira a ganar el Gobierno de la Generalitat.