A José Luis Rodríguez Zapatero y Esperanza Aguirre les separan, entre otras cosas, las siglas políticas y los principios ideológicos. Pero en el fondo, comparten un adversario común. El jefe del Gobierno cedió ayer a la tentación de utilizar a la presidenta de la Comunidad de Madrid para zaherir a Mariano Rajoy donde más le duele. Una venganza en toda regla por el acoso sin cuartel de los populares al Gobierno a cuenta de la subida del IVA prevista para julio, que se consumó en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso.

Por segundo miércoles consecutivo, Rajoy preguntó a Zapatero por el incremento tributario. Durante la larga jornada del día anterior, los socialistas salvaron por solo seis votos de diferencia una moción del PP sobre la misma cuestión. "La subida del IVA es insolidaria, injusta, contraproducente e ineficaz. ¿Por qué se empecina en mantener ese error?", insistió el líder popular. "La decisión responde a razones sólidas, como respaldó el martes la Comisión Europea. Lo contrario que su silencio frente a la llamada a la rebelión que ha hecho una presidenta de su partido contra una decisión aprobada por el Parlamento", le replicó Zapatero hurgando así en la herida de su falta de liderazgo ante la díscola Aguirre.

EN LA ULTRADERECHA El jefe del Ejecutivo ya sacó tajada el sábado pasado a la polémica iniciativa de la líder madrileña al situar al PP en la ultraderecha, en comparación con el resto de los partidos conservadores de Europa. Ese mismo referente forma parte del ideario que el PSOE ha repartido entre sus dirigentes para responder a los ataques del PP. Y en la misma sesión lo utilizó de nuevo la vicepresidenta económica, Elena Salgado, ante la portavoz popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría: "Al paso que les marcan desde la Puerta del Sol donde está la sede central de la Comunidad de Madrid, tardarán mucho en volver a la Moncloa".

Según datos del PSOE, con los que quiere demostrar la "incoherencia" de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, Aguirre ha subido la presión fiscal del 6,5% al 7%, y la recaudación de impuestos como el de actos jurídicos documentados (17%), sucesiones y donaciones (72%) y las tasas (7%). En el consistorio, los socialistas denuncian un alza del 115% en el mismo apartado en los últimos cinco años y la acumulación de la mayor deuda municipal de España (8.000 millones de euros).