José Luis Rodríguez Zapatero mostró ayer su experiencia en el arte de los equilibrios. Al analizar la pretensión de Batasuna de celebrar el congreso de conclusión de su debate interno el 21 de enero en Barakaldo, advirtió de que hay que respetar las decisiones judiciales, pero sin olvidar los derechos individuales que reconoce la Constitución, como el derecho de reunión.

El presidente del Gobierno subrayó que, evidentemente, Batasuna es una fuerza ilegalizada, pero admitió asimismo que la ley de partidos, que los socialistas defendieron en su momento y votaron favorablemente, "es muy restrictiva". Zapatero explicó que existe una línea muy fina entre las restricciones de los derechos fundamentales que se derivan de una ley como la de partidos, de "aplicación muy delicada", y los derechos básicos que reconoce el texto constitucional, entre los que está el de reunión.

No tardó el secretario general del PP, Angel Acebes, desde Toledo,ena denunciar que las declaraciones de Zapatero son "un anticipo del precio político que ETA viene pidiendo desde hace mucho tiempo", que dijo que es la autodeterminación.

LA DECISION ABERZALE La formación que lidera Arnaldo Otegi está decidida a celebrar su acto político en el Bilbao Exhibition Center (BEC) de Barakaldo (Vizcaya). Otegi aseguró ayer que no contemplan un "escenario de prohibición" para un acto de "reafirmación" en la propuesta presentada hace 14 meses en Anoeta, en la que, por primera vez, hicieron explícita una apuesta por las vías políticas en el problema vasco, dejando a ETA el papel de negociar la situación de sus presos y sus armas con el Gobierno. Otegi atribuyó a la "derecha franquista" los intentos de impedir su reunión.

También el consejero de Justicia del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga (EA), interpretó que vetar el acto del día 21 sería un "error político y democrático".