El exportavoz del Gobierno del PP, Eduardo Zaplana, demostró ayer su fe en la filosofía de que la mejor defensa es un buen ataque y acusó al PSOE y al resto de los grupos nacionalistas y de izquierda de incumplir la ley electoral el 13 de marzo, en la jornada de reflexión, por convocar manifestaciones frente a la sedes del PP y acusar al Gobierno conservador de mentir a la opinión pública. Amparándose en la extensa comparecencia previa de Angel Acebes, dijo que ninguna de las piezas de cargo que la oposición utilizó contra el Gobierno anterior ha quedado acreditada.

En una intervención que el resto de grupos calificó de "chulesca", el exministro de Trabajo dijo que la comisión ha demostrado que fueron falsas todas las acusaciones que se le hicieron al Gobierno tras el atentado. Es falso, dijo, que ocultase el contenido de la furgoneta de Alcalá de Henares, que había terroristas suicidas, que se conociera el vídeo reivindicativo de los fundamentalistas islamistas antes del sábado, que el CNI no barajaba a ETA como la principal sospechosa del ataque y que fue un invento la referencia a la marca de la dinamita como Titadyne.

TROPELIAS Zaplana incluso denunció la "barbaridad" que supuso acusar al Gobierno de intentar paralizar el proceso electoral el día 13 de marzo mediante un "golpe de Estado", disfrazado tras un recurso ante la Junta Electoral Central, para que suspendiese los comicios por la realización de las manifestaciones frente a las sedes del PP. "Todas esas acusaciones han sido claramente desmentidas, pero lo paradójico es que nadie quiere responder hoy de aquellas tropelías y difamaciones", dijo en alusión a la izquierda y los nacionalistas catalanes, vascos y gallegos.

En su incesante ataque defensivo, acusó a los demás grupos de evaluar el atentado desde el punto de vista de su impacto electoral, y aseguró que entre el 11 y el 14 de marzo se acusó al Gobierno de mentir "sin motivo" cuando, en realidad, de lo único que pecó el equipo de José María Aznar, a su juicio, fue de "exceso de información". Como ejemplo de ello, citó el hecho de que el actual ministro del Interior, José Antonio Alonso, retrasó la información sobre un segundo vehículo que se encontró en Alcalá, relacionado con el atentado, con el argumento de que no ha querido estropear la marcha de las investigaciones. "Entre el 11 y el 14 de marzo, ese criterio no les valía a los mismos que hoy lo utilizan", precisó.

El resto de grupos políticos respondieron con dureza a sus acusaciones. Gaspar Llamazares, de IU-ICV, recogió el sentimiento general al afirmar que el PP no tiene autoridad moral para acusar a nadie de acosarle, y añadió que los conservadores están haciendo ahora lo mismo que hicieron contra las manifestaciones de la guerra de Irak. "Tratan de confundir a la opinión pública con la jornada de reflexión", comentó Llamazares.