Las instrucciones de Mariano Rajoy a los dirigentes del PP sobre la conveniencia de dejar de hablar del pasado para pensar sólo en el futuro volvieron a caer ayer en saco roto. Sólo un día después de que el líder del PP lo prohibiera y de que arrancara los aplausos de la junta directiva nacional del partido, Eduardo Zaplana insistió en sus planteamientos y aseguró que es imposible que el PP deje de lado el 11-M al hacer oposición "porque es una cuestión del presente".

El pasado lunes, al realizar su discurso, Rajoy ni siquiera pronunció la palabra atentado o la expresión derrota electoral . Se refirió a estos acontecimientos con la frase "lo que pasó, que no fue bueno". Zaplana se apresuró a recordar ayer que el líder del PP "no hizo la más mínima referencia al 11-M", por lo que su argumento parece ser que la prohibición no afecta al atentado.

MENSAJE REPETIDO Zaplana quiso quitar relevancia a la orden de Rajoy de "olvidar el pasado" con el argumento de que el presidente del PP ha pedido lo mismo "en infinidad de ocasiones". Así, prefirió entender que se refería exclusivamente a "hacer las cosas bien en adelante".

"¡Pero cómo no nos vamos a hacer eco de los temas de la actualidad! ¿O no es un tema actual y del presente que la policía diga que un agente ayudó en la fabricación de las bombas del 11-M?", preguntó Zaplana, un tanto escandalizado. Para demostrar que el PP no renunciará a presentar más iniciativas parlamentarias sobre el asunto, recordó que ha pedido dos comparecencias del ministro del Interior, José Antonio Alonso, relacionadas con el atentado.

Pero el hecho es que Rajoy presidió ayer la reunión del Grupo Popular en el Senado y no incluyó el 11-M al repasar los asuntos de actualidad en los que los senadores deben hacer hincapié. El líder conservador se refirió al debate sobre el modelo de Estado, a "la constante reivindicación de competencias" por parte de los nacionalistas, y al control sobre la eficacia de las instituciones a la hora de gestionar crisis.

PACTO EDUCATIVO Rajoy confirmó también que la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, le había telefoneado la víspera para poner en marcha la reforma educativa. Una cuestión que centró también el discurso de la vicepresidenta ante el grupo parlamentario socialista. De la Vega aseguró que el Gobierno "pondrá todos los esfuerzos para lograr el consenso con el PP", para el que el Ejecutivo no pondrá "condiciones previas".

Ante el mismo foro, la vicepresidenta auguró que la legislatura "será larga". Zaplana aprovechó esta frase para insistir en su tesis de que se avecina un adelanto electoral y echó mano del refranero para argumentarlo: "Dime de qué presumes y te diré de qué careces".