De la amenaza de restricciones de hasta el 65% a una campaña normal. Las lluvias del último mes han revertido la situación de la cuenca del Tajo y lo que hace un mes se apuntaba como una campaña mala para los cultivos de riego de los sistemas extremeños del Árrago, el Tiétar y el Alagón (en los tres se barajaban restricciones de entre el 35 y el 65% para este año, según había anunciado la confederación Hidrográfica del Tajo), parece que será una campaña normal, con los problemas habituales en las zonas que los tienen (como el entorno del Borbollón, que es deficitario) pero con la actividad ordinaria de cualquier otra campaña para los 8.000 regantes de la zona. Esta semana se han llevado a cabo las reuniones de las juntas de explotación de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) y las perspectivas de las comunidades de regantes de la región han cambiado «como de un desierto a un bosque», resume el secretario de la Comunidad de Regantes de la Margen Derecha del Alagón, Juan José Sánchez.

Lo que la confederación les ha trasladado es que por el momento hay agua suficiente y que por tanto no será necesario llevar a cabo las restricciones previstas hace menos de un mes. «Si no pasa nada la situación será de absoluta normalidad», señala Manuel García, presidente de la Federación de Comunidades de Regantes y de la Comunidad de Regantes de la Margen Izquierda del Alagón, que ayer participó en la reunión de la junta de explotación. Allí les trasladaron que «la concesión está asegurada» este año, por lo que ahora «habrá que ver cómo viene el tiempo para poder empezar a trabajar».

En la misma línea se expresó ayer el responsable de la Comunidad de Regantes del Borbollón. Fernando Mateos. «Tenemos ya para cubrir el 100% de la campaña de riego. Ha sido una gran suerte que en los últimos 20 días se haya podido solucionar algo que creíamos imposible», afirmó.

contratos de tomate/ En todo caso y aunque la campaña se pueda desarrollar con normalidad (en los sistemas dependientes del Tajo se producen pastos, maíz, tomate, tabaco y pimiento) sí que las buenas nuevas han llegado tarde para algunos de los cultivos como el tomate, principalmente por los plazos que marcan las grandes empresas con los contratos anticipados. Según las comunidades consultadas, el plazo de estos contratos se cerraba el 15 de febrero, antes de que comenzara a llover, por lo que muchos agricultores optaron por no comprometerse debido a la incertidumbre del momento.

Este diario se ha puesto en contacto también con la CHT, que ha emplazado a la comunicación que hará pública en los próximos días sobre los cambios producidos tras las últimas lluvias en las restricciones de riego que había previstas para los próximos meses.