Hacer más comprensible la denominación viaria de la Red de Carreteras del Estado. Ese es el objetivo de los cambios introducidos por el Ministerio de Fomento en la denominación y el catálogo de las autopistas y autovías españolas. Adiós a la tradicional Nacional V. Desde finales del pasado año, la Autovía de Extremadura ha pasado a denominarse A-5. Esta es una de las carreteras afectadas en el nuevo catálogo que aprobó el Consejo de Ministros en septiembre del 2003.

La nomenclatura de la carretera convencional, que los usuarios conocía e identificaban, ha sido en algunos casos cambiada a lo largo de los años al transformarse en autovía sus características, pero según Fomento estas medidas no han facilitado la información y orientación del usuario.

Esta unificación afecta principalmente a las vías de gran capacidad dado que la red convencional mantendrá su nomenclatura con la letra N seguido por un número de hasta tres cifras y todo ello en color rojo.

La revisión para vías rápidas afectará tanto a corredores interurbanos como accesos a zonas urbanas. Así a la nueva A-5 se une la A-66, actual Autovía de la Ruta de la Plata en la N-630.

La futura Cáceres-Trujillo, hoy N-521 pasará a llamarse A-58 y la vía que une Extremadura con Levante (N-430) se denominará A-43. En lo accesos de las autovías a Badajoz se indicará como BA-11 el acceso sur a la ciudad y BA-20 el de la circunvalación pacense. En Cáceres, si la entrada es por la N-630 será CC-11 y si se produce desde la N-521 por las entradas oeste y este a la ciudad, la nomenclatura será las de CC-21 y CC-23 respectivamente.