Mucho pleno y pocas nueces. De poco sirvió la cita en el Parlamento extremeño de ayer. Sus señorías tienen ya puesta la mirada en la sesión del viernes de la semana que viene, cuando se deberán aprobar los últimos presupuestos de la legislatura, lo que propició que la sesión ordinaria de este jueves fuera tan aburrida como larga, tanto que se prolongó hasta por la tarde, con una hora en medio para comer los señores diputados. Y eso que tuvo como protagonista una cuestión que no figuraba en el orden del día, pero que estuvo presente en el debate de toda la jornada: la nueva Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al tercer trimestre del año.

La susodicha encuesta, elaborada por el INE y con fidelidad manifiesta, se hizo pública a las 9 de la mañana, a la par que el inicio de la sesión, y trastocó todos los planes. El espíritu de la recuperación económica, que el PP quiere que se pose en Extremadura de una vez por todas, sobrevoló la bancada socialista como si de un fantasma se tratara, cuyos diputados venían preparados con la estrategia catastrofista de otras veces. Por eso Fernández Vara, antes que nadie se lo pidiera, dijo alegrarse de la buena nueva del paro --7.400 menos que el trimestre anterior y 32.200 menos que hace un año--, lo que Monago agradeció pero, a la vez, preguntó si Miguel Bernal, ex dirigente de UGT en Extremadura y actual diputado del PSOE que sacude de lo lindo al Gobierno cada dos por tres en materia de empleo, también lo compartía.

"Pues me alegro y mucho", tuvo que decir Bernal más tarde en una intervención posterior, lo que fue contestado con rumores y alguna que otra mueca desde la bancada del PP. Y es que estamos en periodo preelectoral y cualquier viento a favor del barco del Gobierno supone un empujón para alcanzar el puerto de las urnas de mayo. El PSOE lo sabe y, en consecuencia, mejor ahorrar en alabanzas y buscar agujeros que hagan tambalear su línea de flotación.

Ojo, que los populares no se están quietos. Que más que defender, atacan. Tener el precedente de un gobierno que perdió las elecciones hace sólo tres años y se sienta ahora en frente en la oposición resulta un chollo argumental. El consejero de Hacienda, Clemente Checa, que es un recién llegado como quien dice, ya ha aprendido la lección y ayer durante la explicación de la finalización del Presupuesto de 2013 no tuvo inconveniente en tirar de cifras y comparar los resultados económicos de 2010, último año de gobierno socialista, con los del año pasado. Porque las críticas valen todas y cada uno cumple con su función, pero como todo en esta vida depende de con qué se compare.

Queda toda una semana hasta el pleno de presupuestos del viernes, quizás la última gran cita parlamentaria de la legislatura. La expectación es máxima porque por mucho que el final ya se sepa --las cuentas salen adelante gracias a la abstención de Izquierda Unida, quien no va a apoyar ni la enmienda del PSOE ni la de los regionalistas del PREX-CREX--, pasa como en las películas, que el desarrollo tiene mucha miga.