El Documento para la reflexión y el Debate sobre la Educación en Extremadura ha revelado, entre otras cosas, lo alejados que están en estos momentos los diferentes sectores implicados en el mundo educativo.

Los peor parados son, sin duda, los alumnos extremeños. Para los profesores, los estudiantes son "desmotivados, hedonistas, poco creativos, indisciplinados, perezosos, maleducados, irrespetuosos, faltos de interés y responsabilidad, sobre protegidos...". A estos adjetivos añaden los padres que los alumnos, es decir, sus propios hijos, destacan por ser "perezosos, carentes de valores y sin expectativas".

Pero a la hora de analizar los puntos débiles del modelo educativo extremeño los jóvenes no son los únicos que salen malparados. Los docentes acusan a los padres de no implicarse en la educación de sus hijos y las familias aseguran que a los profesores les falta incidir más en la mejora del rendimiento escolar. Y, por suspuesto, todos coinciden en que hay que reforzar la autoridad de los profesores para frenar la indisciplina.

Propuestas concretas

Además de localizar estos puntos negros del sistema, el debate ha servido para realizar algunas propuestas cara al futuro. La primera, implantar los itinerarios a partir de los 14 años, haciendo especial incidencia en la formación destinada al mercado de trabajo, y estudiar que la educación no sea obligatoria a partir de esas edad. En cuanto al material curricular, todos apuestan por reducirlo, especialmente en los dos primeros cursos de ESO, al tiempo que se potenciarían Matemáticas, Lengua y el aprendizaje de una lengua extranjera. A cambio los padres apuestan por reducir el peso de Religión, Plástica o Educación Física.

En el ámbito de los profesores, piden que se refuerce su autoridad, se cree un colegio profesional y tengan un mayor reconocimiento social. Para frenar la creciente conflictividad escolar apuestan por la aprobación de protocolos y una formación específica.

Sobre los canales de participación de los padres en el sistema --que tanto familias como docentes coinciden en que deben mejorarse-- los profesores reclaman la aprobación de un estatuto de derechos y deberes de las familias.

Pero si hay una reclamación común a todos los sectores es el de incrementar la ratio de profesores por alumno, lo que en su opinión sería la principal herramienta para tratar de frenar el fracaso escolar. En concreto se habla de bajarla a la mitad, hasta 15 alumnos por unidad de ESO.