Su teléfono sonó ayer todavía más si cabe que un día normal y muchas de las llamadas procedían de Extremadura, para felicitarle por su elección como candidato a magistrado del Tribunal Constitucional, propuesto por el PSOE extremeño, una candidatura hecha ayer efectiva en la Asamblea, junto a la de Enrique López por parte del PP. Amable, atiende desde su despacho en Madrid la llamada de EL PERIODICO.

--¿Cómo valora su nombramiento como candidato a magistrado del Tribunal Constitucional desde Extremadura?

-- Estoy absolutamente agradecido a quienes me han propuesto. He recibido una muestra de apoyo total en Extremadura, tanto desde el punto de vista de la sociedad como de los medios de comunicación. En todo este proceso, ya estaba absolutamente agradecido a todo lo que me ha dado Extremadura y ahora ya no tengo palabras para agradecerle eternamente todo eso, con independencia de que se llegue al nombramiento o no, porque eso ya depende de muchos factores al margen y que no se puede saber nunca. Será muy difícil, pero me haría una ilusión enorme porque he sido letrado del Tribunal Constitucional.

--¿Tan complicado ve volver al Constitucional?

-- Es muy difícil. Ahora todo esto va al Senado, que lo tiene que estudiar y luego la clave es la negociación entre los partidos, que no se antoja fácil por lo que se lee. Hay que designar cuatro y de tantas comunidades con los juristas tan destacados que llevan, evidentemente la selección es muy complicado, soy realista por lo que no me hago más ilusiones de las necesarias, con independencia de, repito, mi profundo agradecimiento a Extremadura por la propuesta, desde donde he recibido muchas llamadas de apoyo, eso nunca se me olvidará.

--¿Qué le parece la designación de Carlos Dívar como presidente del Consejo General del Poder Judicial?

-- Es una buena persona y tiene un talante conciliador. Le he llamado para felicitarlo. Que sea o no la persona más idónea no soy el más idóneo para decirlo, pero una vez que ha sido nombrado, tenemos que apoyarle todos porque tiene una tarea difícil. Es una bellísima persona y en principio hay que darle un margen de confianza y apoyarle en la medida de lo posible; condiciones humanas tiene y, a partir de ahí, el tiempo dirá, ya veremos.

--¿El proceso para nombrar al presidente y los miembros del CGPJ es el más adecuado o habría que buscar una fórmula parecida a la que tiene Estados Unidos para la composición de la Corte Suprema?

-- Eso tiene sus inconvenientes y sus ventajas. En Estados Unidos el presidente es el que nombra, y lo hace a personas de su misma condición ideológica, y el Senado hace un control mucho más riguroso que el que se hace en España. Allí son magistrados vitalicios, con lo que se puede ganar más en independencia; pero aquí se nombra al presidente por cinco años y la independencia se la gana la persona en su ejercicio. Son las personas las que hacen buenas a los sistemas.

--¿Considera que casos como el desencadenado tras la muerte de la niña Mari Luz pueden poner en duda el sistema judicial español?

-- Creo que no es justo que se ponga en duda por dos o tres casos lamentables. La justicia en España ha hecho cosas muy importantes, recientemente el proceso del 11-M, con independencia y rapidez. El sistema judicial no está en crisis y creo que no es justo generalizar.