La presidenta de la Fundación Vicente Ferrer, la cooperante británica Anna Ferrer afincada en Anantapur (India), protagonizó ayer una conferencia-entrevista en el Ateneo a la que asistieron decenas de personas sensibilizadas con la situación de extrema pobreza que sufren 400 millones de personas en la India.

A la cita asistieron la concejala de Asuntos Sociales, Marisa Caldera, el decano del Colegio de Arquitectos, Javier González, y la diputada de Cooperación al Desarrollo, Mari Luz Regidor. Primeramente, Ferrer realizó una breve intervención, en la que destacó los proyectos educativos que lleva a cabo la Fundación y la importancia de que "la mujer se integre, trabaje y sea independiente" en el que es "el país más peligroso del mundo para las mujeres", señaló.

Así, continuó resaltando la importancia de la figura de la mujer durante la entrevista con el director del PERIODICO EXTREMADURA, Miguel Angel Muñoz, en la que puso en valor el trabajo realizado durante 45 años por la Fundación Vicente Ferrer. "Hace años las mujeres no podían ni siquiera salir de casa, no podíamos hablar con ellas directamente". Igualmente, señaló que la Fundación es la "única con una casa para mujeres maltratadas en zona rural" y confesó que para ella fue "inimaginable" que 14 mujeres murieran durante una intervención de esterilización en hospitales del Gobierno hindú.

Los grupos tribales, confiesa Ferrer, "vivían en esclavitud" cuando los voluntarios llegaron a Anantapur, sin embargo, "hoy en día tienen libertad, confianza y fuerza", subrayó. Además, recordó la figura de su marido fallecido, Vicente Ferrer, del que reveló que "la palabra vacaciones no existía en su diccionario".

3 MILLONES 2.300 personas trabajan actualmente en la Fundación Vicente Ferrer para beneficio de más de tres millones de hindúes. A lo largo de casi medio siglo, gracias a su trabajo "han salido de la extrema pobreza miles de familias", por lo que Ferrer se muestra convencida de que "erradicar la pobreza no es un sueño, es una posibilidad".

Previamente, Anna Ferrer, que llegó la primera vez a la India con tan solo 16 años, se reunió con el presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, al igual que con el titular de la Asamblea extremeña, Fernando Manzano, en dos encuentros de los que agradeció "el apoyo y la solidaridad que muestra Extremadura y sus ciudadanos".