La Asamblea de Extremadura aprueba la creación del Instituto de la Juventud con los votos a favor del Grupo Socialista después de rechazar tres enmiendas parciales planteadas por el PP, aunque votó a favor de la creación, mientras que IU se abstuvo.En su día, el consejero de Cultura, Francisco Muñoz, explicó que la creación del instituto suponía dotar a la región de una herramienta que permita mayor flexibilidad y cooperación en las relaciones entre este colectivo y la administración, de modo que garantice la participación de los jóvenes en la toma de decisiones relevantes para su propio bienestar. El Instituto de la Juventud de Extremadura dispondrá de más medios que la actual Dirección General de Juventud, que desaparecerá, para coordinar y desarrollar las políticas que afectan a los jóvenes de la comunidad autónoma. Su sede se establecerá en Mérida, y dependerá de la Consejería de Cultura o del departamento de la Junta que determine el presidente de la Comunidad Autónoma. La estructura del Instituto de la Juventud será un consejo de dirección en el que tienen cabida un presidente; un vicepresidente, que será asimismo el director general de Juventud, que será nombrado por el Consejo de Gobierno de la Junta; una serie de vocales, entre los que se incluyen un director general de cada una de las consejerías que forman parte de la Administración autonómica así como quien ostente la presidencia del CJEx; y un secretario. Este nuevo organismo, que nace de la actual Consejería de Cultura, dependerá del departamento de la Junta que asuma las competencias en materia de juventud, o bien de aquel que designe el propio presidente de la Junta.