Finalmente, los tres grupos parlamentarios con representación en la Asamblea extremeña --PSOE, PP e IU-- se pusieron hoy de acuerdo en el pleno para firmar una declaración institucional conjunta en la que muestran su rechazo al "Plan Ibarretxe". El presidente de la Asamblea, Federico Suárez, mostró su agradecimiento a los portavoces de los grupos parlamentarios, y procedió a dar lectura a la declaración institucional conjunta, que al final fue posible, gracias a que el PP retiró la Proposicion No de Ley, objeto de debate. En la declaración institucional, compuesta de seis puntos, el Parlamento extremeño exige la retirada del Plan Ibarretxe porque "no se ajusta, ni en las formas que se han utilizado para su tramitación, ni en los contenidos, al marco constitucional y rompe los consensos básicos aceptados al aprobar la Constitución y los compromisos que se consensuaron en el Estatuto de Autonomía". La Asamblea rechaza además, según el texto de la declaración, "el ataque de los nacionalistas vascos al Estado de derecho y la destrucción del marco de convivencia, plasmados en el Plan Ibarretxe, reafirmando el derecho tanto a la identidad vasca como a la extremeña, que junto a todas las identidades de España son compatibles con lo establecido en la Constitución". Por ello, se hace un llamamiento a los sectores económicos, sociales, intelectuales, asociaciones y plataformas de defensa de la libertad de los extremeños para que manifesten el mismo rechazo. El Parlamento extremeño insta además a la Junta de Extremadura a que apoye al Gobierno de la Nación, a las Diputaciones de Álava y Navarra "en la defensa del orden constitucional y estatutario del País Vasco y la vigencia del Estado de Derecho". Los parlamentarios extremeños consideran así que el Gobierno vasco tiene que recuperar el diálogo con el Gobierno de España y con las fuerzas democráticas y con la sociedad, lo que a su juicio "ha de permitir seguir desarrollando el Estatuto de Autonomía dentro del marco constitucional". "Este diálogo --matizan-- deberá basarse en la lealtad constitucional y en la renuncia a planteamientod unilaterales de ruptura política e institucional". La Asamblea extremeña se compromete así a realizar todos los esfuerzos posibles que permitan que "las fuerzas políticas y democráticas de España concentren sus recursos en el rechazo a toda forma de violencia". Finalmente, manifiesta su rechazo también al "chantaje permanente al que está sometido el pueblo vasco por una parte minoritaria de la sociedad que no tiene más argumentos que el uso de la fuerza" y se plantea la necesidad de que haya hoy más que nunca "el consenso que posibilitó la transición a una sociedad plural, democrática y abierta". La declaración fue rubricada esta mañana por los portavoces de los tres grupos parlamentarios, Luciano Fernández por el PSOE, Javier Casado por el PP, y Teresa Rejas por IU.