La Junta de Extremadura ha recibido un total de 856 solicitudes para las ayudas destinadas a la instalación de energías renovables para el autoconsumo, ayudas que tienen como fin compensar el ‘impuesto al sol’ del Gobierno central. Las subvenciones financian hasta el 40% de la inversión realizada en la instalación de placas fotovoltaicas para generar electricidad, calderas de biomasa, sistemas de energía solar térmica para agua caliente, biogás (purines), geotermia e hidrotermia.

De acuerdo a los datos facilitados ayer por la directora general de Industria, Energía y Minas, Olga García, las que más aceptación han tenido son las ayudas a la instalación de placas solares fotovoltaicas con 493 solicitudes, seguidas de las de biomasa con 303. Del total de peticiones solo 23 corresponden a ayuntamientos, de forma que la mayor parte han sido cursadas por familias, comunidades de propietarios y pequeñas empresas. De esas 856 solicitudes el Ejecutivo ha resuelto o lo hará con carácter inminente un total de 243, que en su conjunto suponen un presupuesto de más de 1,5 millones de euros. En cuanto al resto, a 201 se les ha requerido subsanar deficiencias y otras 353 se encuentran en fase de estudio, con la previsión de que todas ellas se resuelvan como máximo en los meses de verano.

La directora general mostró la satisfacción de la consejería con la aceptación que han tenido estas ayudas, que se mantendrán mientras siga en vigor el Real Decreto 900/2015. García destacó como «especialmente satisfactorio» el resultado de las dos nuevas líneas abiertas en la convocatoria de este año: las instalaciones de autoconsumo y las de biogás.

AUTOCONSUMO / En el primero de los casos se ha agotado el crédito dispuesto cuando el beneficiario es la empresa, lo que indica que es «una herramienta eficaz frente al miedo al impuesto al sol que existe en la calle». En cuanto a las instalaciones biogás, la Junta considera «una gran noticia» el comienzo del de desarrollo de este tipo de instalaciones en Extremadura. Según detalló García, el biogás es «un claro ejemplo de lo que significa el modelo de economía verde y circular» por el que ha apostado el Ejecutivo de Guillermo Fernández Vara, ya que da valor a los residuos de la industria agroalmientaria y la agricultura, los estiércoles o lodos de matadero, entre otros.

La directora general reiteró que el objetivo de estas ayudas es «compensar el efecto disuasorio que tiene el impuesto al sol» en el desarrollo de las energías renovables y que ha impedido su expansión en Extremadura. Al respecto, señaló que «invertir en una instalación de autoconsumo es rentable por sí mismo y no debería necesitar ninguna ayuda».