Ban Ki-moon estuvo ayer en Cáceres. Fue durante apenas dos minutos y de forma virtual, pero el secretario general de las Naciones Unidas intervino en la reunión de donantes del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria que acoge Cáceres desde el pasado lunes y que se clausura hoy. En su alocución, Ban Ki-moon destacó, por un lado, los estragos que causan estas tres enfermedades en los países en desarrollo y, por otro, la trascendencia de la labor que está desempeñando el fondo a la hora de combatirlas.

El videocomunicado se produjo durante la primera reunión de la conferencia de donantes, que tuvo lugar ayer por la mañana. Una vez finalizada comparecieron varios de sus asistentes. Uno de ellos fue la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, que reiteró la intención del Gobierno español de mantener su aportación de alrededor de 600 millones de dólares durante el trienio 2008-20010 para esta institución, de los que 213 millones corresponden al ejercicio 2009. Rodríguez insistió en que "en este momento de crisis el Gobierno no dará un paso atrás en los compromisos adquiridos en políticas de desarrollo. Más que nunca, este compromiso debe mantenerse".

En la comparecencia también estuvo presente el director del fondo, Michel Kazachtkine, que destacó los avances conseguidos por esta institución en sus siete años de historia. "En el 2002 prácticamente no había nadie en el mundo en desarrollo que recibiese tratamientos retrovirales para el Sida. Hoy hay 2,5 millones de personas gracias al fondo", recordó. Igualmente, desgranó los progresos en la lucha contra la tuberculosis y el hecho de que se haya logrado disminuir entre un 40 y un 70% la mortalidad por malaria en los menores de cinco años. Sin embargo, Kazachtkine aseguró que el fondo afronta, en el horizonte del 2010, un déficit presupuestario de cuatro a cinco mil millones de dólares "cómo mínimo". En esta línea, aseguró que si ahora se corta la financiación, se corre el riesgo de perder todos los "grandes logros de estos años".

Por su parte, el secretario de Estado de Cooperación de Francia, Alain Joyandet, hizo hincapié en que Francia es el primer contribuyente europeo de esta institución, con 900 millones de dólares para el período 2008-2010. "Francia y España son un ejemplo para otros países", sostuvo.

En representación de las naciones receptoras de ayudas hablaron Seydou Boude, ministro de Salud de Burkina Faso, y su homólogo de Nigeria Babatunde Osotimehin. El primero de ellos resaltó que la crisis hace "más necesaria que nunca esta magnífica herramienta de lucha contra las tres enfermedades que más matan en el mundo". Por su parte, Osotimehin subrayó el estimulo que estos programas han supuesto para "reformar y reestructurar los sistemas sanitarios" de estos países y poder así "actuar de forma más eficiente".