Vamos a ver si la sociedad se reúne y decide de una vez que no todos los violadores somos gente mala". Este es sólo un fragmento del libro Todas putas , de Hernán Migoya, una obra que casi nadie ha leído pero que ha provocado el rechazo unánime de todo el movimiento feminista español, que entiende que hace "apología de la violación, el racismo y la misoginia".

En otro de los escasos párrafos que se han hecho públicos hasta ahora un violador reflexiona sin pudor: "¿Por qué seguimos demonizando a los violadores como si fueran monstruos, cuando son personas normales y corrientes con una pequeña afición que da la casualidad de que ahora está considerada como un delito y tipificada como tal". Casi nada.

Pero si ya el contenido en sí del libro ha iniciado la polémica, lo que realmente ha provocado que se abra la Caja de Pandora es el hecho de que la propia directora general del Instituto de la Mujer, Miriam Tey, sea una de las responsables de la editorial que lo ha publicado.

De momento la propia editorial ha frenado en seco la distribución de la obra, pero las organizaciones feministas van más allá y exigen la dimisión de la propia Miriam Tey y de Eduardo Zaplana, ministro de Trabajo y Asuntos Sociales.

DIMISIONES

La directora del Instituto de la Mujer de Extremadura (Imex), Josefa Caraballo, asegura que siente "indignación como mujer y como luchadora procedente del movimiento feminista". A su juicio, el contenido del libro "es una auténtica barbaridad", por lo que no entiende que Miriam Tey "no haya dimitido" ni que Zaplana diga "que no sabe nada, porque este asunto es mucho más serio". Con todo, avanza que no descansará "hasta que sea retirado". Aún así, reconoce que ni lo ha leído ni lo va a hacer.

En el mismo sentido se ha decantado el Foro Extremeño contra la Violencia de Género, que afirma que el libro de Hernán Migoya no sólo hace apología de la violación, sino que "ensalza la misoginia, el racismo y la homofobia".

Además, el foro insiste en que es necesario que Zaplana dimita porque "tolera la apología de la violencia de género". La batalla está servida.