Habría que preguntarles qué prefieren: si el regalo de Papá Noel o el que les han adelantado los Reyes Magos. El primero les llevó hace unas semanas un lote de productos ibéricos a petición del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; los segundos les han complacido con la visita sorpresa del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Seguramente muchos se saldrían por la tangente y optarían por la tercera vía: poder estar con su familia y amigos. Pero deben conformarse con lo que hay.

Los cerca de 700 soldados de la Brigada Mecanizada Extremadura XI, procedentes de la base extremeña General Menacho de Botoa y destinados en misión de paz en Líbano, recibieron ayer a Zapatero en las instalaciones de la base Miguel de Cervantes, situada en Blat, en la región libanesa de Marjayún, junto a Israel. Fue un viaje sorpresa, no previsto, de apenas unas horas y en el que el responsable del Ejecutivo Central estuvo acompañado por el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, y por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general Félix Sanz Roldán.

"Con vuestra misión hacéis grande a vuestro país, España; hacéis grande a las Naciones Unidas; hacéis grande a la causa de la paz; y hacéis grande el ideal de democracia y libertad", aseveró el presidente en su discurso antes las tropas, a las que pasó revista y con las que compartió fotografías y una copa de vino. Zapatero también mostró su "reconocimiento" y "agradecimiento" por la labor que realizan. "Podéis sentiros orgullosos de vuestra tarea, porque desde que estáis aquí se han salvado vidas, se han abierto puertas de esperanza, hay gente que vive mejor, niños que pueden ir a la escuela y ciudadanos que pueden soñar con la paz", agregó, según recoge Europa Press.

Zapatero visitó las instalaciones de la base, que coordina el trabajo de los aproximadamente 1.100 militares que componen el contingente español en este país de Oriente Próximo y desde donde se dirigen los diferentes puntos de control establecidos junto a la frontera israelí. Desde ellos, los soldados de la Brigada Mecanizada Extremadura XI --que llegaron a Líbano en noviembre-- realizan labores humanitarias y de mantenimiento de la paz sobre la zona tras el conflicto que enfrentó al ejército de Israel con la guerrilla islamista de Hezbolá durante el 2006.

Desde su llegada a este país, hace poco más de un año y bajo el amparo de las Naciones Unidas, las tropas españolas han desactivado ya más de 15.000 kilos de explosivos y municiones, han desminado más de 400.000 metros cuadrados de terreno y colaboran con la población libanesa en todo tipo de actividades educativas y culturales, como festivales infantiles y mercados benéficos. Por ello Rodríguez Zapatero subrayó el "compromiso, la entrega y el sacrificio" de estos soldados, alabó la profesionalidad del Ejército español y aplaudió su disciplina. "Sois una referencia para todos los ejércitos del mundo", concluyó.

Durante la visita además se celebró una ceremonia de homenaje a los caídos en esta misión: los seis soldados que perdieron la vida el pasado 24 de junio cerca de la localidad de Jiamen en un ataque contra el vehículo blindado en el que patrullaban. Y se brindó en honor a don Juan Carlos I, a quién el presidente felicitó en su 70 cumpleaños "en nombre de todos los servidores de España" y al grito de "¡Por el Rey!"; a lo que la tropa contestó unánime con un "¡Viva España!".