El Consejo de ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea reabrió ayer por la tarde las negociaciones trilaterales y bilaterales para tratar de cerrar hoy la reforma del sector del vino, que afecta a más de 10.000 agricultores y bodegueros extremeños.

Después de que la propuesta de compromiso presentada por la presidencia portuguesa de turno de la UE no haya recibido los apoyos necesarios, esta ha avisado de que "tiene un margen muy reducido" para preparar una nueva oferta que recoja las demandas de todos los países, informaron fuentes comunitarias.

El actual presidente del Consejo de Agricultura y Pesca de la UE, Jaime Silva, ha destacado este escaso margen de maniobra y ha instado a los países a que "presenten listas de demandas muy reducidas" para conseguir cerrar un acuerdo que debería plasmarse hoy mismo.

Así, los ministros trataban ayer de pactar, por segundo día, la revisión de la OCM del vino, sobre la que hablan desde cerca de año y medio y hasta ahora se conoce una propuesta de compromiso, que no gusta lo suficiente a los países.

Entre las novedades de esta oferta destaca una mayor flexibilidad a la hora de permitir a los Gobiernos distribuir sus asignaciones nacionales para el sector. Silva declaró ayer que muchos países optan por el "inmovilismo" y reclaman más dinero en esas asignaciones, lo que dificulta un acuerdo.

Este tema estuvo ayer muy presente en el Comité Regional de UPA-UCE. El secretario regional de UPA-UCE, Ignacio Huertas, animó a los ministros de Agricultura a "seguir luchando" para que no se produzca una liberalización "tan rápida" de las plantaciones de viñedos, y subrayó que es un "contrasentido hablar", por un lado, de arranque de viñedos y, por otro, de su liberalización. Por eso, pidió "firmeza" en la negociación.

Por su parte, el consejero de Agricultura y Desarrollo Rural de la Junta de Extremadura, Juan María Vázquez, indicó que en estos momentos el resultado de la reforma es "incierto" aunque se tendrá que resolver entre ayer a última hora y hoy.