"Aún quedan galeones hundidos por encontrar que interesan a los especialistas y en los que trabajan los investigadores contratados por los buscadores de tesoros. El misterio ronda a algunas flotas españolas que se perdieron y aún no se sabe dónde están. Es el caso de la de Fernández de Córdoba en 1615 por el norte de Sudamérica y la flota de Nueva España de 1631".