El Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS), apoyados por el grupo de este mismo cuerpo en la capital andaluza, rastrearon durante la jornada de ayer parte de la presa del pantano de Tentudía, en la búsqueda de pistas sobre la desaparición de Manuela Chavero, sin resultados positivos.

Aunque ya se habían realizado rastreos anteriores mediante inmersiones de los buzos de la Guardia Civil en esta presa; esta vez, la principal novedad está siendo el uso de un robot, cuya tecnología está haciendo posible visualizar las zonas más profundas del pantano, a pie de presa, que sin la ayuda de este instrumento se hace imposible, no tanto por la profundidad, sino por la escasa visibilidad que ofrecen las aguas del embalse en esa zona.

José Ángel Criado, Sargento Primero, Jefe del GEAS de Sevilla, manifestó que su misión es «intentar localizar, en la parte más próxima a la presa, algún resto, o algún indicio que nos pueda llevar a esclarecer la desaparición de Manuela». El Sargento Primero hacía estas declaraciones antes del inicio del operativo y explicó que «tras el balizamiento de la zona, se trabaja, de forma progresiva, en una profundidad de unos treinta metros». El lugar concreto elegido para la búsqueda de cualquier rastro que pudiera llevar hacia Manuela Chavero, --de la que se cumplen ya doscientos treinta y dos días de su desaparición--, ha sido designado por ser esta la zona donde se supone que alguien hubiera podido arrojar el cuerpo.

Con esa intención, la Guardia Civil ha señalizado con boyas la franja concreta a rastrear, que ocupa prácticamente todo el ancho de la presa del pantano. El robot, con inmersiones sin límite de tiempo, envía imágenes que son monitorizadas por agentes de la Guardia Civil, desde una embarcación que recorre la zona balizada en busca de pistas.

El rastreo de la presa de Tentudía ha sido seguido en todo momento por algunos familiares de la desaparecida, entre ellos, su hermana, Emilia Chavero, quien antes de comenzar el operativo, tuvo palabras de «ánimo y agradecimiento» hacia el grupo de especialistas desplazados hasta el pantano de Tentudía. «Estoy cruzando los dedos y rezando desde esta mañana para que mi hermana no aparezca en este pantano». De esta forma exteriorizaba Emilia emociones enfrentadas ante esta búsqueda. «Estoy aquí por mi hermana, pero también por ellos», (el grupo de especialistas GEAS); «pero si en cualquier momento hubiera algún tipo de indicio, me echaré a correr, no sé en que dirección, porque yo aún no estoy preparada para un final desgraciado», manifestó.

Casi ocho meses después de la desaparición de Manuela Chavero, Emilia, quien considera que de no haberse señalado este día para el desarrollo de la búsqueda en la presa de Tentudía «hubiera estado en Sevilla, acompañando a la familia de Marta del Castillo», sigue esperando que su hermana «aparezca bien, y que yo pueda contarle todo lo que estamos haciendo por ella».