El calor tocó techo ayer en Extremadura con temperaturas que alcanzaron los 42 grados de máxima en varios puntos de la provincia de Badajoz, lo que motivó que se activara la alerta naranja, por riesgo importante ante el asfixiante calor. Cáceres no le fue a la zaga y el mercurio se situó en torno a los 40 grados.

A partir de hoy, aunque no desaparece el riesgo, ya que se mantiene la alerta amarilla en ambas provincias, las máximas descenderán entre dos y tres grados en la comunidad extremeña. Esta será la tónica general durante los próximos días, hasta llegar al fin de semana con temperaturas mucho más suaves que harán más fácil el día a día. Esto se debe a la entrada de una masa de aire frío por el noroeste peninsular, según avanzó la Agencia Estatal de Meteorología.

Y es que la jornada de ayer fue bastante complicada para quienes trabajan en plena calle, como el sector de la construcción o los agricultores, y también para los turistas que en temporada de vacaciones se desplazan hasta la región. En ciudades como Mérida permanecía una sensación de humedad que hacía casi imposible dejar de sudar si no se estaba en un lugar climatizado.

En Cáceres se vieron cifras disparadas en los termómetros situados en la calle. En algunos de ellos como los del Paseo de Cánovas, se llegaron a ver los 48 grados (cuando el sol les daba de lleno). Con estos valores la sombra se convierte en un bien más que preciado para los numerosos turistas que visitaban ayer la capital cacereña, donde las estrechas calles del casco histórico se convierten en el mejor de los aliados.

Pero este fuerte calor no parece sorprender a los visitantes, que llegan preparados para soportar tan altas temperaturas. "Lo teníamos claro cuando veníamos", señalaba ayer Marta López a Europa Press, una turista procedente de Barcelona, quien afirma que "sentarse en las terrazas, poner el aire acondicionado bastante fuerte y beber mucho líquido" son sus armas contra la canícula.

Aunque no se debe bajar la guardia, pues hoy continúa la alerta amarilla, las máximas descenderán hoy y no se prevé que se alcancen los 40 grados, aunque en muchos puntos de la región los termómetros se quedarán muy cerca. La anunciada masa de aire fresco empezará a surtir efecto a partir de mañana, cuando se prevé un moderado descenso de las temperaturas, en especial de las máximas, lo que permitirá abandonar la situación de alerta por calor.

Esta tendencia seguirá el viernes, también en las mínimas que refrescarán las noches ayudando a conciliar el sueño.