Las altas temperaturas han retrasado el comienzo de la actividad en la temporada de caza menor en Extremadura, cuyo plazo oficial se inició el pasado jueves, a la espera de un tiempo más otoñal y con más hierba.

Según explica el presidente de la Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza), José María Gallardo, la mayoría de los cotos sociales aún no han abierto y podrían retrasar su apertura hasta finales de octubre o principios de noviembre. Una circunstancia que no afectará al balance final de la temporada, que cuenta con muchas semanas de actividad hasta el próximo 6 de enero. Gallardo ha destacado que el sector toma «mucha conciencia» en lo relativo al respeto de los cotos y que «el trabajo de todo un año no se estropee por una apertura prematura».

Por otro lado, el calor y la ausencia de lluvias podría haber tenido un efecto positivo el conejo, una de las especies clave de la caza menor y cuyas poblaciones se han visto mermadas de forma importante en los últimos años por la incidencia de la enfermedad hemorrágica vírica. El conejo tiene una gran resistencia a la sequía y esta patología se resiste a aparecer con el calor, pero en cualquier caso Gallardo ha querido ser cauto en cuanto un posible aumento de la especie este año.