El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, afirmó ayer que la nueva propuesta "va en la buena dirección", ya que "contrarresta los efectos negativos" que tenía para España el anterior planteamiento, al corregir la desvinculación total de las ayudas. Sin embargo, agregó que los avances son aún "tímidos", y pidió más flexibilidad en la postura de Bruselas. Cañete valoró que permita mantener un 30% de las ayudas a los herbáceos ligadas a la producción en zonas de bajos rendimientos, aunque España pide que esta medida se aplique en toda la UE.

Respecto a la modulación, España acepta los porcentajes propuestos, del 3% en el 2005, 4% en el 2006 y 5% en el 2007.

Además, el ministro aseguró que diez países de la UE --todos menos Reino Unido, Holanda, Suecia, Dinamarca y Grecia-- reclaman nuevas modificaciones en la propuesta.

Por su parte, Fischler afirmó que su flexibilidad está "casi agotada", según indicó su portavoz, Gregor Kreuzhuber, quien replicó, ante las peticiones de los ministros europeos, que "sólo quedan dos opciones en estos momentos: acercarse a las largas y extensas peticiones, lo cual conllevaría una mayor regresividad y no hay dinero para ello; o bien, enviar esta lista a Papa Noel".

Asimismo, hizo hincapié en que no habrá más suspensiones del Consejo de Agricultura y que el objetivo es que los ministros continuarán reunidos hasta que se cierre un acuerdo.