El consejero de Sanidad, José María Vergeles, elevó ayer a 5 el número de pacientes infectados por el brote de hepatitis C que se detectó a principios de noviembre en la Unidad de Hemodiálisis del Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres. Hasta ahora se tenía conocimiento de 4 casos, si bien este nuevo infectado dio en un primer análisis negativo y en el segundo análisis dio positivo. Esto ocurre, informaron desde Sanidad, por lo que ellos denominan «periodo ventana», que conlleva que el virus puede dar la cara días después de la primera prueba.

Vergeles compareció ayer en el Pleno de la Asamblea de Extremadura, a petición del PP, para informar de este brote, en un debate en el que el grupo Podemos eludió intervenir, una actitud que fue agradecida por el consejero cuando criticó que el PP utilice, en su opinión, de «forma partidaria» un problema de salud pública como éste, sin importarle generar «alarmismo» y «ansiedad» en los ciudadanos. Para Vergeles, a los populares «es la única forma que les queda de privatizar la sanidad desde la oposición», la de generar «alarma y desconfianza» en el sistema público. El consejero destacó la transparencia, la responsabilidad y la prontitud con la que su departamento actuó en este asunto e indicó que el gerente del SES llamó a los portavoces sanitarios de los distintos grupos parlamentarios para informarles.

El diputado del PP José María Saponi culpó al SES por el contrario de reaccionar «tarde y mal» e indicó que lo que genera alarma social «es la falta de información o transparencia».

Vergeles dijo que los estudios realizados no evidencian ninguna causa del brote y advirtió de que, aunque siguen investigando y continuarán haciéndolo, puede que no se llegue nunca a conocer el origen del contagio como ocurre en el 30% de los casos.