Ni ellos saben cuántos aplazamientos van ya. Cuántas ilusiones y desengaños. Cuántos miedos e incertidumbres. Los socios de Caval volvieron a padecer ayer un nuevo aplazamiento en su búsqueda de una salida para la complicada situación que atraviesa la cooperativa, ya que cuatro de los 16 bancos a los que han solicitado un crédito para hacer frente al grueso de la deuda de la cooperativa (de en torno a 28 millones en total) faltaron a su compromiso de darles una respuesta. No obstante, el presidente de la Junta auguró por la mañana un "resultado positivo" para la cooperativa de Valdelacalzada y su consejo rector dijo tener conocimiento de la respuesta positiva de 12 de las entidades financieras.

"Otro nos ha pedido más documentación y de los otros no sabemos nada", explicó Alejandro Salguero, vicepresidente de la junta rectora de Caval. Sus miembros vivieron ayer una nueva jornada maratoniana, tras el paro general con que el municipio les respaldó el lunes, entre la coordinación de las diversas acciones de protesta --desarrollaron una tractorada por la comarca y mantienen el encierro en las instalaciones-- y la recepción e intercambio de noticias sobre las negociaciones.

Al frente de estas les han relevado los responsables de la Junta, con el presidente, Guillermo Fernández Vara, a la cabeza, seguido de la vicepresidenta segunda, Dolores Aguilar, y la directora general de Empresa, Ana María Alejandre. El primero dijo ayer, antes de viajar a Lisboa para reunirse con el primer ministro portugués, que las conversaciones con las entidades financieras "darán buen resultado" y confió que su respuesta favorable se consiguiera esta semana, informa Efe.

No obstante, apeló a la prudencia hasta lograr el cierre definitivo del compromiso, si bien recalcó su confianza en que este prosperaría, "sobre todo porque hay un pueblo dispuesto a pagar", dijo. En ese sentido, recordó que los cooperativistas de Valdelacalzada tienen muy asumido que, con independencia de las responsabilidades que haya que buscar, "deben tirar para adelante".

Estos, por su parte, volvieron ayer a subrayar ese compromiso, que combinan con una cada vez mayor situación de desesperación. A última hora de ayer, muchos de ellos permanecían reunidos en las instalaciones de Caval diciendo qué medidas tomar y el vicepresidente de la directiva reconoció que a algunos comenzaban a ocurrírseles "cosas raras". "Hablan de arrancar los árboles o quemarlos ya mismo. Yo no sé qué va a pasar aquí", afirmó preocupado Salguero.