El sindicato CCOO Extremadura reclamó ayer que la regulación sobre los deberes escolares debe tener en cuenta el impacto que la supresión de los mismos tendría en la «brecha de clase», en el sentido de que las familias con menor capital económico y cultural tendrían menos oportunidades que otras para acceder a recursos educativos complementarios privados, como pueden ser una clases particulares.

Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado un análisis realizado por la Federación de Enseñanza del sindicato en Extremadura, en el que ha participado Beatriz Muñoz, profesora de Sociología de la Educación de la Universidad de Extremadura (UEx), y que ha recopilado y analizado una treintena de trabajos de investigación sobre los deberes escolares. Una de sus principales conclusiones, además de entender que debe abandonarse la dicotomía sobre «deberes sí o deberes no», es que en la regulación que se lleve a efecto sobre esta cuestión hay que tener en cuenta el «origen social del alumnado», un aspecto que hasta ahora, remarca, no se ha introducido en el debate. «La no realización de deberes puede incrementar la brecha existente entre niños pertenecientes a familias de un estrato social con mayor capital cultural y nivel socioeconómico, frente a aquellos otros pertenecientes a familias con menor capital cultural y nivel socioeconómico», manifestó Muñoz.

En las conclusiones de su estudio, recoge que «la supresión de los deberes escolares incrementaría la brecha existente entre el alumnado perteneciente a familias con menor capital cultural y económico y aquellos con mayor, que pueden acceder a recursos complementarios privados fuera del horario escolar». De esta forma, el sindicato apuesta por que la regulación de los deberes, sea en el sentido que sea, debe realizarse contemplando el «impacto de clase» para «evitar reproducir e incluso incrementar las desigualdades». Por otro lado, señala que del análisis de los estudios «se reconocen efectos positivos que pueden ser académicos», aunque ello dependerá del tipo de tarea que se diseñe o de la edad de los alumnos. En este sentido, subraya que los efectos positivos de los deberes en el rendimiento académico aumentan conforme avanza la edad de los escolares. Según recoge Europa Press, la profesora remarcó que determinado tipo de deberes son beneficiosos para los alumnos con necesidades especiales.

TIEMPO DE APRENDIZAJE // Muñoz considera que el debate ha provocado un conflicto en la comunidad educativa porque se ha planteado a partir de una «conceptualización errónea» sobre los deberes, en el sentido de que «las tareas son diseñadas para desarrollar de manera individual» en donde se ha asumido que se realizan «necesariamente con el apoyo de los padres». Al respecto, remarca que algunos de los trabajos analizados cuestionan este planteamiento individualizado de los alumnos y apuestan por otros que fomentan la interacción con otras personas, ya sean otros escolares u otros alumnos más capaces. Así, sostiene que las investigaciones ofrecen un denominador común acerca de los programas de refuerzo educativo que más éxito tienen, que pasan por la «extensión de los tiempos de aprendizaje».

«Si queremos superar desigualdades sociales tenemos que empezar a asumir que hay que extender los tiempos de aprendizaje, precisamente para superar la situación de desventaja social que algunos grupos sociales tienen», manifestó Muñoz.