El joven de 23 años que perdió la vida el lunes en Jerez de los Caballeros mientras trabajaba en la obra de la Factoría Joven de esa localidad murió a causa de una presunta negligencia laboral. Así lo confirmó ayer a este diario la secretaria de Salud Laboral de CCOO, Concha Gómez. Tras la primera investigación realizada por el sindicato, aseguró que tanto el obrero fallecido como el que se encuentra en estado grave, "estaban sujetados por un arnés cuyo largo llegaba al suelo".

De esta forma, cuando la marquesina sobre la que estaban trabajando se derrumbó, los dos jóvenes --de 23 y 32 años--, recibieron dos impactos. Uno, al golpearse contra el suelo tras la caída --es la causa de la muerte del fallecido--, según la autopsia--, "ya que debido al largo de la cuerda, nunca hubieran podido quedar colgados", y otro al caer los escombros sobre ellos.

La empresa para la que trabajaban, Construcciones Carbajal Gamero, es propiedad de la familia del fallecido y contaba con los servicios del Grupo Previn en materia de prevención de riesgos laborales. Este diario intentó ponerse en contacto con esta última, pero aseguró que solo ofrecería su versión de los hechos a la Inspección de Trabajo, que según la Junta, también trabaja para esclarecer lo ocurrido.

Mientras, los vecinos de Jerez daban ayer por la tarde el último adiós a J. C., que pertenecía a una de las familias más extensas y conocidas del pueblo, Los Pinchas , y que era padre de una niña pequeña. Fuentes cercanas a la familia confirmaron que "prácticamente todo el pueblo, desolado, acudió al sepelio", celebrado en la Iglesia de Santa Catalina y en el que el párroco leyó una carta de apoyo enviada a la familia por el arzobispo de Mérida, Santiago García.