El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, dejó ayer claro que la decisión sobre la posible reestructuración de su gobierno, tras decidir, finalmente, el primer teniente de alcalde, José Antonio Monago, ocupar un escaño en el Senado, será meditada con tranquilidad y consultada con los compañeros de su equipo.

Celdrán, que reconoció no tener nada decidido aún, aseguró no tener prisa alguna en tomar la decisión, "porque ni el ayuntamiento está parado ni nadie deja de ejercer sus funciones".

"Intentaré compaginar en beneficio del ayuntamiento todas las actividades que hay que coordinar, y cuando tenga todo pensado, meditado y decidido, tomaré la determinación de darlo a conocer y darle validez", manifestó. Esto lo hará sin presiones, porque según dijo, "a mí no me va a apretar ni la oposición ni el grupo de amigos", añadió.

En este sentido, respondió a las declaraciones realizadas el martes por el portavoz municipal del PSOE, Francisco Muñoz, que reclamó al alcalde explicaciones sobre la reestructuración, porque de no hacerlo apuntó que su grupo tiene instrumentos democráticos para exigir un pleno extraordinario.

Celdrán recordó que reestructurar su gobierno le compete a él "y no hay un plazo legal", por lo que aseguró que "se informará cuando lo diga el alcalde, no cuando lo diga Francisco Muñoz, porque aquí el que gobierna es el PP y el que manda en el ayuntamiento es Celdrán".

Además recordó a Muñoz, que los grandes proyectos iniciados o anunciados para la ciudad son del equipo de gobierno, y preguntó si le sucediese a él algo "¿dejaría de venir la plataforma logística?, ¿o el AVE?".

Desde las filas del PSOE, la vicepresidenta primera de la Junta, Dolores Pallero, sostuvo ayer que Monago, faltó "el respeto a las instituciones" con su renuncia a su escaño como senador y posterior rectificación. La concejala socialista Carmen Calvo también criticó "el espectáculo" que está ofreciendo los últimos días Monago, que pone de manifiesto su "actitud poco reflexiva" y le aconseja que "debe madurar".