Uno vuelve de vacaciones deprimido, tanto por el fin del descanso como por el dinero gastado durante el mismo (muchas veces más de la cuenta), abre el correo electrónico y encuentra en su bandeja un mensaje en el que el Ministerio de Economía y Hacienda, supuestamente, le pide una serie de datos para efectuarle la devolución que le corresponde después de que se le haya revisado, siempre supuestamente, su declaración de la renta. Con las defensas bajas, por el síndrome postvacacional, uno puede ser poco exigente a la hora de revisar este correo y responder, facilitando datos tan confidenciales como el número de cuenta o el PIN de la tarjeta.

Para evitar el anterior supuesto, el Instituto de Consumo de Extremadura reiteró ayer una alarma formulada el pasado 15 de julio por la Agencia Tributaria. En la misma, se avisa de la existencia de un correo fraudulento en el que, como se describe anteriormente, se solicitan datos bancarios para llevar a cabo una devolución de impuestos. "Aunque es un intento burdo, dado que incluso la propia redacción del correo es incorrecta, ha sido enviado de forma masiva, de modo que con un uno por mil de personas que respondan el fraude puede afectar a mucha gente", explica Pedro García Ramos, director del Instituto de Consumo.