Los sindicatos CSI-F y PIDE de Extremadura han afirmado hoy que las medidas de la Junta para paliar los efectos negativos del notable calor en los centros educativos son insuficientes y afirman que, ante esto, para el curso 2017-2018 hay que modificar y reducir los horarios escolares para paliarlos.

En sendas notas se refieren así al hecho de que la Consejería de Educación haya dado vía libre a las direcciones de los centros para que, en función de sus competencias y circunstancias, "organicen" el desarrollo de las clases, siempre dentro del horario establecido, para amortiguar los efectos de las altas temperaturas de estos días.

Además, está trabajando en medidas "a medio y largo plazo por un lado, y a corto por otro," para aminorar este tipo de situaciones en el futuro, con medidas como reducir una hora lectiva los meses de junio y septiembre, como se hacía cuando la jornada era partida, antes de las transferencias.

Ante esto, CSI-F considera que esto es "insuficiente para combatir la ola de calor en las aulas" y que "se puede corregir" el calendario escolar para el próximo curso 2017-2018.

A su juicio, esas acciones son "de sentido común" y se podrían haber puesto en práctica hace una semana porque ya están contempladas por la ley orgánica para la mejora de la calidad educativa (Lomce) como competencias propias de los directores.

Agrega que la Junta "traslada la responsabilidad" a los equipos directivos de los centros ya que, argumenta, serán quienes tengan que decidir las medidas a adoptar, "pero que seguro generarán controversia en el seno de la comunidad educativa de cada centro porque no todos tendrán la misma opinión", a lo que añade que toda actuación debe estar prevista y determinada con antelación.

Con respecto a las palabras del Secretario General de Educación, Rafael Rodríguez de la Cruz, cuando dice que el calendario escolar para el curso 2017/2018 está aprobado, considera que "aún está abierta la puerta a su corrección porque todavía no se ha publicado en el Diario Oficial de Extremadura -DOE-, como es preceptivo".

Cree que el calendario sí ha pasado por la Mesa Sectorial de Educación y la Comisión Permanente del Consejo Escolar de Extremadura, órganos en los que CSI-F planteó la reducción de la jornada lectiva en una hora en junio y septiembre, una petición que fue rechazada por la Administración autonómica.

También pide protocolos específicos para situaciones de emergencia ya que "se puede pasar ni un curso más así".

Por su parte, PIDE ha demandado en un comunicado la reducción de las dos últimas horas del horario escolar en los meses de junio y septiembre, lo que han registrado en una solicitud dirigida a la consejera.

Explica que el real decreto 486/1997 fija disposiciones mínimas de seguridad y salud que tienen que cumplir los centros de trabajo regulando que donde se desarrollen trabajos sedentarios, entre ellos las aulas, la temperatura tiene que estar comprendida entre 17 y 27 grados centígrados para que ni docentes ni alumnos estén expuestos a temperaturas inferiores o superiores "por el riesgo para la salud".

En este sentido, PIDE resalta que en Extremadura entre junio y septiembre hay temperaturas superiores a los 30 grados y que los centros educativos no están acondicionados, lo que se agrava por la la elevada ratio por aula y por los equipos informáticos.

También señala que el incumplimiento de la normativa laboral puede suponer la interposición de denuncias contra la Junta por los los trabajadores de los 700 centros educativos ante la Inspección de Trabajo, por los padres cuyos hijos sufran golpes de calor "por un presunto delito contra la salud pública" y por las Ampas a través de los consejos escolares de los centros.