«Parece claro que los deberes escolares deben mantenerse». Las encuestas realizadas a padres, alumnos y tutores de 4º de Primaria y 2º de ESO así lo indican mayoritariamente. Aún así, el Consejo Escolar de Extremadura considera que hay que replantearse las tareas que se mandan para casa. Para ello, y tras analizar en profundidad los resultados de las más de 11.000 encuestas on line, ha elaborado un documento con una serie de recomendaciones (11 para Secundaria y 14 para Primaria, la mayoría compartidas) que serán votadas hoy en el pleno del Consejo Escolar.

Entre las cuestiones que cree que hay que regular está el tiempo que los alumnos deben dedicar a estas tareas. El informe elaborado por este órgano, que se votará hoy, aconseja que de 1º a 3º de Primaria los estudiantes no deberían pasar más de media hora realizando tareas en casa, de 4º a 6º no más de 45 minutos, mientras que en la ESO recomienda una hora máximo en 1º y 2º y hasta una hora y media en 3º y 4º curso.

Además, considera que hay que poner límites en los periodos vacacionales y fines de semana, «ya que es cuando las familias disfrutan del ocio y tiempo libre». Tanto en Primaria como en Secundaria, recomienda que los deberes deben ser motivadores y no monótonos y tienen que potenciar más la lectura así como el trabajo en grupo para favorecer las relaciones interpersonales. Asimismo, el Consejo Escolar también recomienda plantear claramente para qué sirven estas tareas -«afirmación del aprendizaje, profundización y en su caso, ampliación de contenidos»- y la importancia de la rutina diaria «con el fin de conseguir el hábito de estudio». Pero dice el Consejo que también hay que replantearse la comunicación entre las familias y el profesorado y recomienda, para los alumnos de ESO, habilitar lugares específicos para la realización de los deberes «cuando las circunstancias familiares lo aconsejen, sobre todo en las zonas rurales». Entre las recomendaciones, se habla de limitar todo lo posible las clases particulares y para ello señala que «los deberes deben ser claros para que todos los alumnos puedan realizarlos de forma autónoma o ayudados por medios tecnológicos». En Primaria, insiste además en que los deberes no deben ser uniformes, sino heterogéneos dependiendo de las capacidades, ritmos y destrezas de los alumnos y «no considerarlos ni ponerlos nunca como un castigo».

Y dos sugerencias más: tanto en Primaria como en Secundaria se debe valorar la actitud, la motivación y el esfuerzo que tienen los deberes en la evaluación final del alumnado e insiste en la importancia de la coordinación entre los docentes a la hora de mandar tareas, especialmente en Secundaria. G. MORAL